viernes, 5 de julio de 2024

Marruecos 2024: Día 3 (29 de abril de 2024)

La noche fue fría, pero, al menos yo, dormí bastante bien. Las instalaciones de la ducha dejaban mucho que desear, así que entre eso y el frío, decidimos no ducharnos aquella mañana y continuar el viaje tras el desayuno.

Desayunamos allí mismo, y rápidamente nos pusimos en marcha. Aquel día Susana se subió de "paquete" en la moto de Euge, y yo me puse al volante del coche, mientras Ara se dedicó a grabar en vídeo el descenso de Tizi 'n Test.

A punto de desayunar

Antes de continuar el viaje, en Tizi 'n Test


Vistas desde Tizi 'n Test mirando hacia el norte

Me gustó la experiencia de aquella bajada, con tramos complicados y estrechos; aunque creo que hubiera disfrutado más si hubiera conducido en la subida.

Paisaje a mitad de la bajada desde Tizi 'n Test

El estado de la carretera era un poco precario, pero pasamos el trago sin problemas

El tramo más complicado de todo el viaje quedaba atrás cuando acabó la bajada. Habíamos atravesado el Atlas sanos y salvos, y ahora nos quedaban unos pocos cientos de kilómetros hacia el oeste hasta llegar a la costa atlántica. Aquella noche dormiríamos en Agadir, pero aún quedaba camino.

A media mañana, nada más acabar la bajada del puerto, paramos en un pequeño pueblo, Oulad Berhil, en el que éramos los únicos occidentales.

En mi humilde opinión, nos podríamos haber ahorrado las cerca de tres horas que pasamos allí. A mí me bastaba con ver la miseria desde la ventanilla del coche al pasar, pero mis otros cuatro compañeros no opinaron igual, y sacrificamos el ver otras cosas por dar vueltas y más vueltas en el pequeño zoco de aquel pueblo.

Pobreza, miseria, suciedad. Gente cuya amabilidad no sabes si es sincera o interesada. Así perdimos aquella mañana.

Calles sin asfaltar en cuanto sales de la carretera

Vehículos destartalados y gente vendiendo mercancías de dudosa calidad

Estampa costumbrista de un pueblo del Antiatlas

Tiendas y gente en la calle principal de Oulad Berhil

Podría ser la calle de una película postapocalíptica, pero no, es actual y real

Me encanta esta foto "robada" que hice a mis amigos

Niños jugando ajenos a la miseria en la que viven

Me hubiera gustado visitar el Oasis de Tiout, pero no pudo ser. Tras salir de Oulad Berhil, pusimos rumbo a Taroudant.

De camino a "La Pequeña Marrakech", las motos y nosotros nos descoordinamos, y al final tuvimos que estar esperándoles un buen rato junto a las murallas. Mejor así, ya que de lo contrario no podría haber visto aquellas humildes murallas, que por otro lado, era lo mejor a nivel arquitectónico de aquel día.

Murallas de Taroudant

Las murallas desde arriba

Araceli y Susana charlando a los pies de las murallas

Araceli en lo alto de las murallas
Susana y yo en Taroudant


El equipo coche en lo alto de las murallas de Taroudant

Cuando nos volvimos a encontrar, cometimos otro error: las motos se fueron a aparcar, pero no quedamos en un punto concreto, y volvimos a estar un buen rato buscándonos los unos a los otros.

En este punto, quería contar una anécdota: se nos acercó un paisano para "ayudarnos" a encontrar a nuestros amigos. Dijo que no quería dinero, que sólo quería practicar su inglés... Creo que en realidad nos quería guiar a algún sitio para comer, pero se puso realmente pesado y molesto y nos hizo pasar un mal rato.

Al final logramos encontrarnos y perdimos de vista al pesado. Era tarde ya y buscamos un sitio para comer. Resultó complicado y terminamos malcomiendo en un puesto de comida rápida...

Después, en lugar de visitar lo que Taroudant nos pudiera ofrecer a nivel arquitectónico, fuimos al zoco (otro zoco, el mismo día, en fin...). Perdimos ahí lo que quedaba de tarde.

Rober y Ara posando en un bar de nombre divertido

Estos niños de Taroudant quisieron que les tomara una foto

Productos típicos en el mercado

Mis amigos disfrutando de una refrescante sandía

Cuando mis amigos se cansaron de mirar las mismas baratijas de siempre, y con el Sol comenzando a ponerse, nos pusimos en camino hacia Agadir, donde debíamos dormir esa noche.

Un último vistazo a las murallas de Taroudant

Araceli conduciendo rumbo a Agadir

Al hotel llegamos de noche, así que rápidamente nos instalamos y, tomando sendos taxis, nos fuimos a la zona del puerto con la intención de cenar y tomar algo. Pero ese día no teníamos suerte con la búsqueda de sitios para comer, y un par de lugares que según Google podrían ser interesantes, resultó que no existían...

Otro que nos gustaba era excesivamente caro... Y ya empezábamos a quedarnos sin opciones porque era tarde.

Muelle de Agadir

Por fortuna nos hicieron hueco en un sitio de pizzas y cenamos. Al finalizar ya no nos apetecía buscar dónde tomar algo, y nos volvimos al hotel.


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