miércoles, 24 de agosto de 2022

Escapada veraniega a Menorca. Parte 4 (y final): Menorca talayótica

¡Hola de nuevo!

Esta entrada será la última que escriba sobre el breve viaje a Menorca que hice a finales de julio de 2022.

Hablaré ahora sobre la Menorca fuera de las playas y calas; la Menorca prehistórica, la Menorca de la cultura talayótica.

El domingo 31 de julio, tras dejar a Maida en el aeropuerto muy temprano (ella se volvía a Granada a primera hora, y yo hasta por la tarde no volaba de vuelta a Madrid), me dirigí a la cima del Monte Toro: había leído y escuchado recomendaciones sobre las vistas que había desde la cima del punto más alto de la isla. Subí hasta allí, contemplé el paisaje y, rápidamente me dirigí a mi primera visita de aquel día: la archiconocida Naveta des Tudons.

En el paraje cercano a la Naveta no hay nada más, es decir, la visita se realiza de forma rápida. Pero estar allí, delante de aquella construcción me hizo retroceder unos 25 años en el tiempo: en mi adolescencia, para realizar un trabajo de Historia en el instituto, recuerdo perfectamente haber recogido datos, fotografías y demás información sobre la cultura talayótica, y la Naveta des Tudons tenía, como no podía ser de otro modo, un papel protagonista. Y junto a la Naveta, veintitantos años después, me encontraba yo.



En la cima del Monte Toro

Faro de Cavallería desde el Monte Toro

Bahía de Fornells (que no visitamos en este viaje) desde el Monte Toro



Como ver la Naveta des Tudons apenas llevó tiempo, pregunté en la taquilla sobre más emplazamientos talayóticos, para poder ver el máximo número de ellos en las pocas horas que me quedaban en Menorca.

Amablemente, la empleada me dio un mapa y me seleccionó unos cuantos sitios que me dispuse a visitar. El primero de ellos, un poblado bastante grande llamado Torre d'en Galmés.











Esta visita me llevó algo más de tiempo, pero cuando acabé, aún disponía de margen para ver alguno más de los lugares que me habían marcado, así que me dirigí hacia el siguiente: Talatí de Dalt.








Y, tras ver estas impresionantes construcciones prehistóricas, decidí ver el poblado de Trepucó, ya que todavía quedaba bastante para tener que hacer las últimas gestiones en Menorca, y está muy cerca del aeropuerto de Mahón.






Después de esto, tenía el tiempo justo para llenar el depósito de gasolina del coche y devolverlo en el aeropuerto. Una vez allí, lo típico: las últimas compras, comer, y volver a mi casa en Madrid. La escapada a Menorca finalizaba así, con un domingo bien aprovechado.

Muchas gracias por leer hasta aquí, y hasta la próxima.

martes, 23 de agosto de 2022

Escapada veraniega a Menorca. Parte 3: Atardeceres

¡Hola de nuevo!

Continuando con mi narración de esta escapada veraniega a Menorca, toca hablar en esta entrada de los atardeceres.

Vivimos un total de cuatro atardeceres, aunque hay uno de ellos que no tiene fotografías, ya que el sitio al que íbamos a ir a verlo resultó imposible entrar, y finalmente la puesta de sol nos pilló en el coche, por lo que sólo la pude disfrutar con mis ojos y no puedo compartirla con vosotras.

En Menorca hay multitud de sitios donde ver salir y ponerse el sol. A cada cual más bello... Amaneceres no contemplé ninguno, porque hay que elegir entre dormir, madrugar y comenzar a andar temprano o ver salir el Sol desde algún lugar distinto a donde uno se aloja. Pero sí que planificamos cada día para ver el ocaso desde distintos puntos significativos.

No siempre salió como habíamos planeado: como decía antes, no pudimos encontrar dónde ver el atardecer cerca de Cova d'en Xoroi, y dentro del bar fue imposible por estar saturado de gente. Tampoco pudimos ver el espectáculo en el faro de Punta Nati, porque cuando llegamos ya no dejaban pasar a más vehículos, aunque en esa ocasión sí nos dio tiempo a cambiar de lugar y terminamos en Pont d'en Gil, que tampoco estuvo nada mal.

En cualquier caso, ver desaparecer el Sol en las aguas del mar siempre es un bonito espectáculo, y siempre que tengo ocasión me gusta disfrutar de él. Sin alargarme mucho más, os pongo las imágenes de los tres atardeceres que pude retratar en Menorca.

Cala Santandria

Nada más llegar a Menorca, y tras realizar la visita a Ciudadela de la que ya hablé anteriormente, nos dirigimos a esta Cala, situada en las inmediaciones de la antigua capital menorquina. Teníamos reserva para cenar en el restaurante del Hotel Bahía, y desde la mesa en la que cenamos pude tomar estas bellas imágenes del Sol poniéndose. Por cierto, recomiendo el restaurante.



Faro de Cavallería

Al día siguiente, y tras haber superado todas las dificultades de las que hablé en la entrada sobre las excursiones, pudimos llegar a ver el atardecer en este punto que está recomendado (y con razón) en todos los blogs que hablan sobre Menorca. El faro, además, dispone de un bar en el que puedes tomar algo mientras disfrutas del espectáculo natural. A continuación, algunas de las fotos que hice aquella tarde.




Mientras degustábamos un buen queso menorquín y una fresca cerveza, pude tomar esta bonita imagen con las siluetas de los espectadores de aquel atardecer


Pont d'en Gil

La última tarde que disfrutamos en Menorca, teníamos pensado ir a ver el atardecer en el Faro de Punta Nati, pero como dije antes, llegamos demasiado tarde (no para el atardecer, pero sí para poder pasar con el coche). Así que, siguiendo el consejo de la persona de seguridad que no nos dejó acceder al faro, nos fuimos a Pont d'en Gil, que no está demasiado lejos.

Aparcamos donde pudimos, y fuimos a ver ponerse el Sol a un lugar que no estuviera demasiado concurrido. Yo disfruté mucho aquel atardecer. Además de las fotos que hice con la réflex, también grabé un vídeo en time-lapse con el móvil. Comparto todo el material; espero que os guste.









Y hasta aquí esta entrada. Espero que os hayan gustado las fotos de los atardeceres. Si os soy sincero, para mí son las mejores del viaje, o al menos las que más he disfrutado, porque ver ponerse el Sol es siempre un evento que me hace pensar y reflexionar, y a menudo, con los quehaceres diarios, uno lo deja de lado. Siempre es bueno parar un poco y disfrutar de esos momentos únicos que tenemos a diario.

¡Gracias por leer hasta aquí, y hasta la próxima entrada!

lunes, 22 de agosto de 2022

Escapada veraniega a Menorca. Parte 2: Excursiones, calas y playas

¡Hola de nuevo!

Continuando con las imágenes de la breve escapada veraniega a Menorca, en esta entrada os voy a mostrar las distintas calas y playas que visitamos, así como alguna que otra foto que hice mientras íbamos de camino a ellas, ya que, en su mayoría, las calas que vimos son calas vírgenes a las que se accede a través de una caminata o a través de embarcación, y nosotros, en este viaje, hicimos las visitas a pie.

Excursión 1: Etapa 6 del "Camí de Cavalls"

El día siguiente a nuestra llegada a Menorca, hicimos una etapa del famoso "Camí de Cavalls", que, para quien no lo sepa, es un itinerario a pie (o a caballo, como su propio nombre indica) que rodea toda la isla, dividido en 10 etapas, y que tiene categoría GR (GR-223).

La etapa elegida fue la sexta, que discurre entre Playa Binimel-La y Els Alocs, aunque nosotros fuimos un poco más allá y llegamos hasta Cala Pilar, ya que nos habían recomendado ver esta playa (y no se encuentra demasiado lejos del final "oficial" de la etapa).

Este recorrido se sitúa en la parte norte de la isla, y tiene una longitud de algo más de 10 Km. Por el camino se ven unas cuantas calas y playas, y también tiene un tramo que se adentra un poco en el interior de la isla, durante el cual se pierde de vista la costa.

Muy importante: llevar mucha agua, en especial si se hace esta etapa en verano, ya que no hay ninguna sombra (ni fuente) en todo el camino y el sol y el calor pueden jugar malas pasadas. En nuestro caso, no planificamos bien todo esto, y lo pasamos un poco mal, en especial yo, que me quedé sin bebida y sufrí bastante.

El recorrido es bastante duro si se hace en verano, con algunas subidas muy largas y empinadas, pero, bajo mi punto de vista, la ruta merece mucho la pena en cuanto al paisaje que se observa.

Otra cosa que planificamos mal fue la vuelta... Ya que pensábamos que el camino no iba a ser tan duro y pretendíamos volver sobre nuestros pasos a Playa Binimel-La, donde habíamos aparcado el coche. Pero estando sin agua y viendo la dificultad del camino de ida, hacer de nuevo la vuelta a pie era impensable. En Cala Pilar intentamos ver si alguna embarcación nos podía llevar de vuelta, pero esa opción no era viable, así que optamos por ir hasta el parking de Cala Pilar, y, una vez allí, llamar a un taxi que nos llevara de vuelta al sitio donde habíamos aparcado. El plan era bueno, pero no sabíamos que el parking de Cala Pilar se encontraba a una hora de camino desde la playa. Por tanto, no nos libramos de una larga caminata a pleno sol y sin agua. Por suerte, a nuestra llegada al aparcamiento, una buena persona se apiadó de mí y me regaló una botella de agua fresca; creo que me salvó la vida.

Cuando el taxi nos dejó, no lo hizo en el lugar donde habíamos aparcado por la mañana: no tenía servicio hasta nuestro aparcamiento, y tuvimos que andar casi otra hora más hasta poder llegar al coche. Fue un día duro y complicado. Yo terminé con insolación, y esa noche sufrí un dolor de cabeza como hacía tiempo que no había tenido.

Bueno, no voy a llorar más, lo importante es que, al final, todo terminó bien y saqué unas cuantas fotos de la excursión que os pongo a continuación:

Punta de Binimel-La

Maida al inicio de la excursión

Cala Son Mercaduret (y Pregonda al fondo)

Maida posando con la costa menorquina de fondo

Cala Pregonda

Escullar de Cala Pregonda

Cala Barril

Otra vista de Cala Barril

Salrareta

Es Vermells

Cala Calderer

Cala Calderer

Cala Calderer

Paisaje desde el camino

Dejando atrás Cala Calderer

Volviendo la vista atrás

Camino al mar

Els Alocs

Cala Pilar (al fondo)

¡¡¡Llegamos!!!

Cala Pilar

Excursión 2: De Cala Mitjana a Cala Escorxada

Al día siguiente de haber ido a Cala Pilar, y con la lección más o menos aprendida, decidimos hacer otra excursión, pero esta vez de menor longitud y llevando más líquido. La idea era ver Cala Escorxada (al sur de la isla), y para ello decidimos comenzar a andar desde el aparcamiento de Cala Mitjana. En total había que andar algo menos de 5,5 Km., por lo que era factible completar la etapa en menos de dos horas. Entre Cala Mitjana y Cala Escorxada, hay, además, otras dos bonitas calas dignas de ver: Cala Trebalúger y Cala Fustam.

Pero hay que tener en cuenta que el día anterior aún estaba muy presente, y en mi caso, la insolación que había sufrido aún tenía efectos desagradables, como dolor de cabeza. Por eso, cuando aún no habíamos completado la etapa, estando ya casi a punto de llegar, tuvimos que parar: mi cuerpo no daba para más (lo digo en serio, no es buena idea juntar mi diabetes con los efectos de una insolación reciente y una caminata, de nuevo, a pleno sol... tuve un pequeño gran susto aquella mañana), y nos quedamos a escasos 300 metros de Cala Escorxada, en la pequeña y bonita Cala Fustam.

En Cala Fustam estuvimos unas cuantas horas, y, además de bañarnos en sus cristalinas aguas, también pude descansar del sol en una cueva natural (menos mal, recibir más sol hubiera sido fatal...).

Después, ya por la tarde continuamos hasta Cala Escorxada, donde pasamos unas horas antes de volver sobre nuestros pasos hasta Cala Mitjana.

De esta excursión os dejo las siguientes imágenes:

Panorámica de Cala Mitjana

Maida en Cala Mitjana

Caminando por la costa

Cala Mitjana desde el mirador

El fotógrafo en una de las pocas fotos en las que aparece en este viaje

Cala Trebalúger

Cala Trebalúger

Tramo sin vegetación entre Cala Trebalúger y Cala Fustam

Cala Fustam

Cala Fustam

Cueva en Cala Fustam

Cueva en Cala Fustam

Cueva en Cala Fustam

Cueva en Cala Fustam

Yo en la cueva de Cala Fustam

Cala Escorxada

Gaviota en Cala Escorxada

Cala Fustam

Cala Trebalúger


Otras calas y playas visitadas:

Fuera de las excursiones, también vimos otras playas y calas, para las que llegar era mucho más sencillo.

En primer lugar, justo a los pies del hotel donde nos alojamos, está Cala en Blanes:

Vistas de Cala en Blanes desde nuestra habitación




Muy cerca de allí, también está Cala en Brut:




Y, por último, también estuvimos en Cala Galdana:


Y, hasta aquí, el repaso por las distintas calas y playas que vimos en Menorca. Nos quedaron muchas e importantes, pero no había tiempo, y algunas simplemente no las visitamos porque era muy previsible que estuvieran tan atestadas de gente que no las hubiéramos podido disfrutar... En cualquier caso, Menorca tiene tantas y tan bonitas playas, que en unos pocos días es imposible verlas todas.

¡Gracias por leer hasta aquí!