martes, 19 de noviembre de 2019

Viaje a USA: Death Valley

Hola de nuevo, lectoras de esta humilde bitácora...

En esta ocasión os quería hablar sobre uno de esos lugares que te dejan sin respiración cuando estás allí para verlo con tus ojos. Hoy toca hablar de Death Valley, en el estado de California.

El día 17 de septiembre, día que estuve visitando Sequoia National Park, llegué, ya bien entrada la noche, a la localidad de Inyokern. Este sitio quedaba a medio camino entre Sequoia y Death Valley, y por eso fue el lugar elegido para pasar aquella noche. Era mi segundo día en solitario, y, la verdad, conducir los 350 Km. entre el parque de los árboles gigantes y aquella localidad en medio de la nada no me gustó mucho: muchos Km, de noche, carreteras desconocidas... Fue muy cansado el día, y, como decía antes, llegué ya de noche al destino, tras un pequeño susto al volante (se me cruzó un animal que creo que era un armadillo, pero no estoy seguro, y no tuve más remedio que pasarlo por encima y esperar que el destino me fuera benévolo y no me hiciera tener un accidente), y por poco me quedo sin cenar, ya que aquel lugar no tenía nada de vida una vez caído el Sol, y me salvó el llegar con media hora de margen a una hamburguesería junto a la gasolinera que había cerca de mi motel.

Tras la cena, sólo quedaba mirar un poco la ruta a seguir para el día siguiente e irse a dormir. En un principio, Death Valley no me llamaba mucho la atención. Ya había estado en Yosemite y en Sequoia, y no creía que nada de lo que fuera a ver me sorprendería demasiado. No podía estar más equivocado.

Bien tempranito el día 18, me levanté y tomé un frugal desayuno en el hotel (un café y algo de bollería, no había más...). Cogí mi coche, y me dispuse a recorrer los 200 Km. que me separaban de Death Valley. La idea era acabar la visita sobre las 14:00-15:00, porque después había que conducir  otros 240 Km. hasta Las Vegas, y reencontrarme con mis compañeros de viaje tras tres días separado de ellos.

Pues, como decía, tras recorrer una carretera que atravesaba el desierto sin mucho más que ver (realmente aburrida para conducir...) poco a poco, al acercarme a Death Valley el paisaje fue cambiando y ya te empieza a dejar un poco boquiabierto las formaciones rocosas que sobresalen sobre las arenas desérticas. Definitivamente, el día iba a ser mejor de lo esperado...




Y así, a eso de las 8 y media de la mañana llegué a "Mesquite Flat Sand Dunes", el primero de los lugares de Death Valley a visitar.  Este lugar es el típico desierto de arena fina y dunas, pero lo que más me gustó fue el ver de fondo unas montañas de piedra negra, que daban muy buen contraste con las dunas de arena naranja/amarilla... Aquí podéis ver algunas imágenes tomadas allí:





Lo malo de este viaje es que había que ver muchas cosas en un tiempo muy reducido, así que sin tiempo más que para sacar unas pocas fotos, de vuelta al coche para ir al siguiente punto del itinerario: "Furnace Creek", que no es más que un complejo hotelero-rancho con una exposición de carruajes y otro mobiliario de la época del "Far West". En este punto, nada reseñable que mostrar, pero bueno, para que no quede "huérfano" este lugar de imágenes, os pongo alguna:






Tocaba después de este área civilizada volver a la naturaleza: Y así, llegué a Zabriskie Point.

Zabriskie Point es un lugar magnífico... No se me ocurren palabras para describirlo. El paisaje no se parece a nada que yo haya visto antes. En fin, para que intentar describirlo por escrito cuando podéis ver las siguientes fotografías. Hala, eso sí, nada como estar allí en vivo, mis fotos no hacen justicia al paisaje.







A mí, desde luego, me dejó impresionado, no sé qué os parecerá a vosotras... El próximo destino era "Artist's Palette", pero, mientras me dirigía hacia allí, se cruzó en mi camino nada menos que un coyote. Suerte que llevaba la cámara preparada junto a mí, y según lo vi, paré en la cuneta y le hice esta foto, que, aunque algo movida, significa mucho para mí:



Para llegar a "Artist's Palette" hay que desviarse de la carretera principal que atraviesa Death Valley, e ir por una carretera de sentido único que es una auténtica belleza. En un momento dado no pude resistirme a parar el coche, sacar la cámara y hacer fotos...



Y aquí, las fotos de esta "Paleta del Artista", lugar que a mí me impresionó por la cantidad de colores que un desierto puede llegar a albergar:





Sin tiempo para admirar la belleza que me rodeaba, me puse en camino a la siguiente parada, que es la Cuenca Badwater, no sin antes hacer un pequeño desvío en "Devil's Golf Course": una especie de río de sal que cruza el desierto.


Tras esa breve parada, llegué a la Cuenca Badwater, un lugar que está por debajo del nivel del mar y en el que hace mucho calor (calor, del húmedo, había tenido durante toda mi estancia en Death Valley, pero en Badwater era mucho peor que en el resto; además, llegué allí en pleno mediodía). Este era uno de los sitios más turísticos y llenos de gente, pero no estuve mucho porque no me apetecía morir deshidratado... Hice algunas fotos:





Ya sólo quedaba un lugar por ver de los que había fijado en mi itinerario. Iba bien de tiempo, pero no me podía entretener mucho más, así que me dispuse a ir a "Dante's View", hacer las últimas fotos del día y comer algo antes de emprender el camino hacia Las Vegas.

"Dante's View" ofrece una vista panorámica excepcional de buena parte del Valle de la Muerte... Junto con Zabriskie, mi lugar favorito de esta breve pero intensa visita. No os aburro más con mi texto, mejor ver las imágenes:




Y ya no había tiempo para más... Me quedaban casi tres horas de carretera hasta llegar a Las Vegas, entregar mi coche y reunirme de nuevo con Marta y Jesús, que llevaban allí un día...

La parte de mi viaje en solitario llegaba a su fin, y si bien no me arrepiento de haberme ido sólo para estar un día más en Yosemite, es cierto que este tipo de viajes se realizan mejor en compañía. Todo salió bien, cumplí con los plazos de tiempo y con mi objetivo de cosas a visitar. Y, lo mejor: aún quedaba mucho viaje por USA.

Espero que os haya gustado esta entrada. A mí me ha gustado mucho escribirla, pero más me gustó visitar Death Valley.

sábado, 9 de noviembre de 2019

Viaje a USA: Yosemite (2/2)

Voy a continuar contando la visita al Parque Nacional de Yosemite. Esta vez, el segundo día que estuve allí, que fue el primer día de mi pequeño periplo en solitario en ese viaje.

Como dije en la entrada anterior, al final del primer día, mis compañeros continuaron su viaje, y yo me quedé en la localidad de Merced. La idea era que a primera hora del día siguiente recogiera un coche de alquiler, y volver a Yosemite. Y eso hice: la oficina abría a las 7:00, y yo ya estaba allí a las 6:45.

Había elegido un sórdido motel de carretera a escasos 300 metros de la oficina, para perder el menor tiempo posible, ya que el desplazamiento hasta el parque llevaba unas dos horas.

Sin más contratiempos, recogí mi coche para los próximos tres días y puse rumbo a Yosemite. Sobre las 9:30 de la mañana ya había logrado aparcar (estuve un buen rato buscando aparcamiento en Yosemite Village), y me disponía a realizar varias excursiones a otros lugares del parque que en el día anterior no pude ver. Comencé a caminar teniendo estas impresionantes vistas a pie de carretera:

"Half Dome" al fondo, observando


Mi primer objetivo era visitar un lago llamado "Mirror Lake". Había visto fotos del lugar, y tenía pinta de ser un sitio paradisiaco... Como su nombre indica, esperaba encontrarme un espejo natural (si buscáis fotos, así es)... pero claro, no contaba con que era finales de verano y verano seco, además. Así que nada de "Lake" y menos de "Mirror"... ¡Qué le vamos a hacer! Otra excusa más para volver a Yosemite, en primavera, por ejemplo... ¿Alguien se anima a acompañarme en un futuro?

Bueno, para que veáis lo que me encontré en el lugar donde debería haber estado un espejo natural, os pongo esta foto:

Poco "Lake", nada "Mirror"

Después de este pequeño chasco, me decidí a visitar "Vernal Fall". Para ello tenía que recorrer primero un bonito sendero que discurría paralelo a la carretera del parque hasta un lugar conocido como "Happy Isles". No sé la razón del nombre: no vi ninguna isla, y el punto marcado como tal sólo consistía en un puente de piedra, que además, estaba en obras. No merecía ni sacar fotos. Eso sí, el camino hasta llegar allí sí que era bastante bonito, juzgad vosotros:





A partir de "Happy Isles", la excursión se volvía un poco más técnica, pero bastante asumible. Sendero de piedra primero, a la vera del río Merced, y después una subida de bastante pendiente, en un camino de piedra caliza que, a las horas que estaba yo subiendo, y habiendo un cielo muy despejado, te hacía sudar la gota gorda. Eso sí, las vistas eran impresionantes:

El sendero a la vera del Merced tenía lugares tan paradisíacos como este

Vistas durante la subida a la catarata Vernal

Como la foto anterior, pero en un punto algo más elevado del camino. Al fondo se puede apreciar algo de la espuma que desprende otra cascada... en este caso, el ruido que producía era más claro que lo que arroja la imagen.

Y, por fin, tras la subida, llegué a la catarata Vernal. A pesar de que llevaba poco caudal, te quedas sin habla al verla. Si recordáis las fotos que puse en la primera de las entradas dedicadas a Yosemite, la catarata vista desde Glacier Point era algo minúsculo... Pero una vez llegas, descubres que es algo enorme. En la siguiente foto podéis ver a las personas que están cerca de la caída del agua, para que apreciéis la escala:

Primer contacto con la catarata Vernal... se aprecian sus dimensiones al compararlas con las personas que están al fondo

Llegados a este punto, continué hasta el punto en el que veis personas en la foto anterior. Desde allí tomé algunas fotos muy chulas, tanto de la cascada completa (en formato panorámico vertical) como del arco iris que se forma en la base de la misma:





Querría haber subido al charco Esmeralda (que es el que se encuentra justo encima de la cascada, y del que sale el agua que vemos caer) y a la carata Nevada... pero miré lo que podría tardar, y no tenía tiempo material. No pasaba nada, hay mucho Yosemite que ver...

Así pues, comencé el descenso, no sin antes tomar algunas fotografías de unas simpáticas ardillas (en Yosemite había muchas, y muy fotogénicas):



Al llegar a la base de "Happy Isles", aproveché para comer unos sandwiches, pues ya se hacía tarde... Y, si durante la subida el cielo había estado prácticamente limpio de nubes, de repente empezaron a llegar amenazantes nubes negras. Por eso terminé rápido mi tentempié y me dispuse a dar un paseo por los alrededores de Curry Village, que se encontraba algo más cerca del punto donde había aparcado el coche por la mañana.

De este paseo, os voy a poner tres fotografías más; las últimas de este repaso fotográfico a un lugar tan especial como este:





Cuando llegué al coche, eran las tres y media de la tarde, y estaba lloviendo mucho... Poco podía hacer con ese tiempo. Así que con un poco de tristeza y frustración me encaminé al hotel donde dormiría esa noche en el pueblecito de "Fish Camp", a algo más de una hora de donde me encontraba.

Como colofón a este par de entradas de Yosemite, sólo decir que me encantó, que para ver el parque en profundidad serían necesarios muchos días, y que, por lo que he podido leer y ver, existen muchísmos otros puntos dignos de cualquier postal que no tuve la oportunidad de ver con mis propios ojos. Sin duda, este sitio queda guardado en mi lista de lugares del mundo a los que quiero volver en algún momento de mi vida.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Viaje a USA: Yosemite (1/2)

¡Qué decir de Yosemite! La mayor ilusión, para mí, de este viaje era ir al Valle de Yosemite y ser testigo, en primera persona, de esa maravilla natural que es el Parque Nacional del mismo nombre, ubicado en la Sierra Nevada de California, y que sigue el curso del río Yosemite y el valle que éste ha creado con el discurrir del tiempo.

Yosemite también trajo consigo una pequeña discusión con mis compañeros de viaje antes de empezar, pues ellos sólo querían visitarlo durante un día escaso, y yo pretendía estar, al menos, dos días.

La solución fue salomónica, y decidimos separarnos durante unos días, para que así yo pudiera estar un poco más en Yosemite, y ellos me esperarían tres días más tarde en Las Vegas. A cambio, yo en Las Vegas apenas estaría unas horas mientras que ellos estarían casi dos días.

La solución no satisfacía al 100% a ninguno de los dos bandos, pues para mí suponía un desembolso importante de dinero (entrar por mi cuenta en el parque, alquilarme un coche, dormir sin compartir gastos tres noches...), y a ellos les obligaba a hacer unos cuántos kilómetros de más (para dejarme en Merced, que era el sitio más cercano a Yosemite donde podía alquilar un coche), e, igualmente, tres noches con un integrante menos con el que compartir gastos.

En cualquier caso, visto lo visto, y a pesar de que mi segundo día en Yosemite no pude disfrutarlo por completo por culpa de la meteorología, puedo decir con orgullo que hice bien. O al menos, así lo creo yo. En serio, Las Vegas es un sitio al que no tenía especial interés en ir, y que, una vez he estado allí, me reafirmo en ello.

Pero esta entrada era para hablar de Yosemite, así que, vamos a ello. Voy a acompañar la entrada con las fotos que he seleccionado para compartir. En el momento de escribir este texto muchos de vosotros ya habréis visto las fotos en Whatsapp, Instagram, Flickr, Twitter o incluso Facebook (donde publiqué un enlace al álbum de Google que creé con estas imágenes). En cualquier caso, las hayáis visto antes o no, lo novedoso de esta publicación es que voy a ir comentando cómo fue el estar allí para obtener las imágenes.

Por cierto, como estuve dos días, y quiero poner bastantes fotografías, he decidido partir la entrada de Yosemite en dos: una para cada uno de los días que pasé allí. Así creo que se hará más amena la lectura y visionado.

Comencemos, pues. Esa noche dormimos los tres en Merced, una localidad sin absolutamente nada que reseñar. Simplemente nos pillaba más o menos bien para encarar el día en Yosemite: se encuentra a unas dos horas en coche. Así que madrugamos bastante (como durante todo el viaje). Ese día condujo Jesús, por lo que yo pude disfrutar desde el asiento de copiloto de las preciosas vistas que el camino nos iba deparando. Más abajo podéis ver una instantánea que tomé al poco de salir de Merced. Al fondo se ven las montañas del Valle de Yosemite. No, esas primeras colinas, no. Y las segundas, tampoco; se ven muy difusas, casi azules, al fondo. Pero ya las percibíamos...


Durante el viaje hubo paisajes más bonitos que este, pero, lamentablemente, no dispongo de imágenes para ilustrarlo. Sacar fotos desde un coche en movimiento es algo complicado, y, a pesar de ello, durante este viaje he conseguido alguna que otra decente (como la que os he puesto arriba).

Una vez entramos en el Parque, no pudimos dejar de alucinar con lo que estábamos viendo. Es sencillamente indescriptible... Hubo un momento en el que decidimos que no podíamos seguir avanzando en coche sin pararnos a admirar lo que teníamos delante. Y paramos, porque, casi sin habernos dado cuenta, estábamos a los pies de El Capitán:


Impresiona, ¿verdad? Pues lo mejor es que, simplemente con darte la vuelta, te encuentras con la impresionante cascada "Bridal Veil" (el velo de la novia). La cascada impresionaba casi seca como nos la encontramos... Verla en pleno apogeo, en primavera, debe ser un espectáculo digno de merecer una vuelta a Yosemite. No digo más...


Por cierto, que, con la foto de El Capitán, se me ocurrió jugar un poquito, y le hice un retoque que, a mí, me gusta mucho. Voy a ponerla para que juzguéis vosotros si me cargué la foto, o la creatividad estaba bien empleada:

Me hizo gracia el único árbol de color naranja... y como el otoño estaba a punto de llegar, me pareció que resaltar el color típico de la estación contra una imagen en blanco y negro le daba personalidad a la toma.
Una vez recuperamos el aliento, comenzamos a andar, siguiendo el curso de una ruta de senderismo que pasaba justo donde habíamos aparcado. Comenzaba la visita a Yosemite.

La ruta era muy sencilla, un paseo, en ocasiones por un sendero asfaltado, en ocasiones por sendero de tierra, pero siempre todo muy bien cuidado y señalizado. Sin duda lo que más me ha gustado de los USA ha sido cómo cuidan y acondicionan sus parques nacionales. He visto otras muchas cosas que no me han gustado, pero este apartado he de reconocérselo.

De aquel primer paseo (que nos llevó un par de horas o así) os voy a mostrar las siguientes fotografías. Me costó elegir sólo estas, pero había mucho donde elegir, y todas no se pueden poner, a no ser que quiera aburrir al personal y que me dejéis de seguir. :-P






Las llamadas "Upper and Lower falls", que, lamentablemente, en esta época del año llevan poca agua 
Vista desde abajo de la "Lower fall". Me quedo con las ganas de ver la cascada con más agua.







Tras el paseo, el objetivo era ir a Glacier Point, para lo que teníamos que volver a usar nuestro coche. Así que, sin más, nos subimos al vehículo. Al pasar bajo El Capitán, de nuevo le hice una fotografía, esta vez en movimiento. Me quedó razonablemente bien...


A medio camino, y antes de empezar la serpenteante carretera de curvas que conduce a Glacier Point, pasamos por la denominada Tunnel View, que no es otra cosa que un punto, a la salida de un túnel que atraviesa la montaña, donde se puede observar la majestuosidad del Valle de Yosemite desde un punto de vista paralelo al suelo, pero en altura. Os voy a poner dos imágenes del mismo sitio, una con una apertura panorámica, y otra en la que hice algo de zoom para enfatizar las montañas:



Y, tras una carretera de mucha curva, en la que pasamos a través de los restos de uno de los muchos incendios que asolan California de forma asidua, llegamos a Glacier Point. Este punto es uno de los más altos del Valle, y, por tanto, permite una vista en altura grandiosa del Valle de Yosemite.

Desde este punto se puede ver el famoso "Half Dome", las cataratas Vernal y Nevada, y un sinfín más de accidentes geográficos cuyos nombres no recuerdo... De verdad, esta vista deja sin aliento. Os recomiendo que os fijéis bien la catarata Vernal, pues, os anticipo que, 24 horas después me encontraba justo debajo de ella; así os podéis hacer una idea de la magnitud y el tamaño del lugar donde nos encontrábamos.

Os pongo las fotos desde Glacier Point:

Half Dome

Catarata Nevada

Vista general. Se pueden apreciar "Half Dome" a la izquierda, "Vernal fall" en el centro, y "Nevada fall" a la derecha

Panorámica desde el mismo punto de la foto anterior

Detalle de la Catarata Vernal, que visitaría al día siguiente
Tras disfrutar de estas vistas, casi sin tiempo para asimilar lo que teníamos ante nosotros, debíamos seguir adelante: el tiempo es finito, y no disponíamos de mucho...

Así que decidimos hacer otra excursión, esta vez, subida a Sentinel Dome: una montaña que se eleva hasta casi 2.500 metros sobre el nivel del mar. No sé cómo describir y calificar las vistas que se obtienen una vez llegas arriba. Escribiendo sobre Yosemite se me agotan los adjetivos magnificadores, y quien lo lea sin haber estado allí puede pensar que me paso... Quizás tenga razón, pero no lo creo, y, la única forma de corroborarlo, es haber estado allí.

Mientras subíamos a Sentinel Dome hice alguna que otra foto del paisaje que iba quedando a mi espalda, en el que se veían las montañas del Valle y el gran "Half Dome" que domina esa parte del parque:



Una vez arriba, se puede observar una perspectiva única del Valle. Aproveché que había allí una turista admirando el paisaje para hacerla protagonista de mi imagen:


Después, bueno, yo mismo me acerqué a donde se encontraba esa persona para ver con mis propios ojos aquella perspectiva:



No sé si os logro transmitir con mis imágenes lo impresionante del lugar... Espero que sí, porque es algo que realmente merece la pena.

Antes de bajar de Sentinel Dome, os pongo un par de fotografías más de las vistas que teníamos desde aquel punto:



Tras comer rápidamente en la cima de "Sentinel Dome", bajamos nuevamente hasta nuestro coche para continuar hasta el próximo destino de aquel día: el bosque llamado "Mariposa Grove".

De aquel sitio, confieso, no me había preocupado de leer ni ver nada, así que me sorprendió que se tratara de un "pequeño" bosque de secuoyas. Dos días después yo estaría en el parque de las secuoyas, y vería en persona aquellos inmensos árboles. Pero las secuoyas de Mariposa Grove, si bien no son tan grandes como las que iba a ver en el futuro, sí que eran mis primeras secuoyas (bueno, en realidad sí que había visto una antes, en las Azores hace unos meses... pero era una sola, aislada y no demasiado grande si la comparamos con estas). Y bueno, la primera vez en un bosque de secuoyas es algo que realmente impresiona. Porque oye, uno se ha criado en la falda de Gredos, y está acostumbrado a bosques y montañas... pero cuando llega un bosque en el que los árboles tienen estas dimensiones, todo lo que creías conocer sobre los bosques se va al garete.

De Mariposa Grove no voy a poner muchas fotos, porque, a pesar de haber usado el objetivo gran angular, no estoy muy satisfecho de las fotos que obtuve: no muestran la verdadera escala que tienen las secuoyas...

Si no recuerdo mal, estos eran conocidos como "El tío y las tres sobrinas"

Parece un árbol normal... pero es realmente grande...

No suelo salir casi nunca en mis fotos. Aquí me tenéis sentado en el hueco del tronco de esta secuoya...

El día iba llegando a su fin, y nos quedaban aún muchos kilómetros por hacer para que mis compañeros me dejaran de nuevo en Merced (y ellos continuaran su viaje). Así que nos fuimos de Mariposa Grove, no sin antes encontrarnos con unos ciervos que se dejaron fotografiar:


Después, nada más: en Merced me quedé yo sólo. Al principio, cuesta, no lo voy a negar. Y más en un país extranjero. La ciudad no tiene nada que ver, así que sólo fui a comprar algo de comida para hacerme unos sandwiches para el día siguiente, y cené en un restaurante cercano a mi motel. Me fui temprano a la cama, pues al día siguiente tenía que madrugar para recoger mi coche y volver a Yosemite... Pero eso ya os lo cuento en la próxima entrada del blog. :-)