jueves, 4 de junio de 2020

Cambio de época

¡Hola de nuevo!

Recientemente cumplí años. Ni más ni menos que 40 años, una cifra redonda y simbólica. Llevo dándole vueltas al dichoso numerito durante los últimos doce meses. Y, aunque es sólo eso, un número, leñe, cuánta carga simbólica lleva una cifra terminada en cero en esta sociedad decimal, ¿verdad?

El caso es que tanta reflexión acerca de la edad que uno ya acumula, provoca que me dé cuenta de que hay algunas cuantas cosas en mi vida que he de, como mínimo, revisar. Y en ello ando. Y hasta aquí las confesiones, porque este espacio es para hablar de fotografías y viajes, pero no de los viajes que le doy a mi recalentada cabeza.

Como viajes de verdad por ahora no puedo hacer, esta bitácora debe centrarse en las fotografías. Ya habéis podido ver en las dos últimas entradas que, a pesar del confinamiento por la pandemia, he mantenido una actividad fotográfica bastante aceptable.

Y como he visto que mi cámara se me quedaba pequeña para ciertas cosas que quiero hacer y aprender, y como uno ya ha cumplido una edad considerable y tiene capacidad económica para permitirse un capricho propio de la crisis de los 40, decidí comprar, como auto-regalo, una nueva cámara fotográfica. Y así, queridos lectores de este espacio, he pasado a tener por primera vez en mis manos una cámara de formato completo.

No es sólo que para una misma distancia focal me aumente el campo de visión, está también la capacidad de enfoque, la tolerancia a ISO más altas, y un sinfín de características nuevas que tendré que estudiar y poner en práctica poco a poco.

Mi vieja Nikon D3300, que me ayudó a meterme en el mundo fotográfico puede que me siga acompañando como cámara de apoyo, pero es indudable que a partir de ahora la máquina con la que haré la mayoría de mis fotografías será mi nueva y flamante Nikon D750.

En los apenas 4 días que llevo con ella en mis manos la he sacado a la calle en un par de ocasiones, y aunque aún me tengo que acostumbrar a ella, puedo decir que estoy bastante satisfecho con la compra realizada.

Y bueno, todo este ladrillo de texto era para introducir en este blog las primeras imágenes seleccionadas de las que he realizado con mi nuevo equipo...

Espero que os gusten... Total, ya sabéis que realmente, las fotos las hace el fotógrafo, no la cámara; aunque la cámara ayuda a que lo que obtienes sea más parecido a lo que tenías en la cabeza cuando apretaste el obturador.

Las seis fotos que os pongo a continuación han sido tomadas con el objetivo con el que he comprado la cámara: un Nikkor 24-120mm f4.0. Os pongo, además, los parámetros de disparo de cada fotografía.

"Muro" - f/4.0, 24.0mm, ISO 2500, 1/125seg

"Plaza de Alonso Martínez" - f/8.0, 85.0mm, ISO 1000, 1/125seg

"Glorieta de Bilbao" - f/8.0, 24.0mm, ISO 1000, 1/125seg

"Bicis tras la tormenta" - f/8.0, 35.0mm, ISO 1000, 1/125seg

"Atardecer nublado en San Bernardo" - f/8.0, 24.0mm, ISO 1000, 1/125seg

"Entre árboles y rascacielos" - f/5.0, 120.0mm, ISO 640, 1/125seg

Y, bueno, como bonus, una autofoto tomada frente al espejo usando mi objetivo fijo de 50mm:

"Frente al espejo" - f/1.8, 50.0mm, ISO 1600, 1/125seg