viernes, 23 de diciembre de 2022

Recorriendo el Golfo de Nápoles. Parte 5 (y final): Isla de Capri

A Capri llegamos con el atardecer del día 11 de octubre. El ferry atracó en la Marina Grande de la isla, y desde allí tomamos un taxi que nos llevaría a la localidad de Capri, desde donde tendríamos que llegar andando a nuestro hotel.

Después, estuvimos paseando por la ciudad. Capri es un imbricado laberinto de callejuelas estrechas (menos de dos metros de anchura), con los edificios cubiertos de cal blanca, y escaparates de carísimas marcas. Todo en la isla es lujo, y todo tiene precios pensados para los bolsillos más exigentes.

Nuestro hotel tenía unas espectaculares vistas, y una terraza que aprovecharíamos esa noche para tomarnos algo de forma tranquila.

La mañana siguiente, 12 de octubre, la usamos para ir hasta la cercana localidad de Anacapri, donde, además de recorrer sus calles, entramos en la iglesia de San Michelle para admirar el mosaico que representa la Creación según la biblia.

Tras aquello, tocaba ir hasta el mar para subirnos en una barca y entrar en la Grotta Azzurra, punto turístico por excelencia de la isla. El azul del agua dentro de la cueva es simplemente espectacular.

Había pasado así la mañana, tocaba parar para comer, y, después, aprovechamos las escasas horas que nos quedaban en la isla para dar un paseo por la parte sur de la isla, viendo los conocidos "farallones", donde se han rodado anuncios y películas.

El viaje estaba ya llegando a su fin. Debíamos tomar un ferry que nos llevara a Nápoles de nuevo, donde llegamos ya de noche. Allí ya no tuvimos tiempo a ver nada más: al día siguiente nuestro avión despegaba muy temprano, por lo que tan sólo fuimos a cenar cerca del hotel antes de irnos a dormir unas pocas horas.

Legábamos a Madrid en la mañana del día 13 de octubre, cansados y con sueño, pero con unos recuerdos magníficos en nuestras memorias.

















jueves, 22 de diciembre de 2022

Recorriendo el Golfo de Nápoles. Parte 4: Sorrento

Llegamos ya de noche a Sorrento. Tierra de limones; todo en esta ciudad está decorado con motivos amarillos y el cítrico es omnipresente en todas las tiendas de recuerdos.

Por la noche, un paseo y una cena; no había tiempo para más aquel día.

La mañana y primeras horas de la tarde del día 11 de octubre las dedicamos a recorrer las calles sorrentinas. Corso Italia, Vallone dei Mulini, la catedral, Marina Grande y, finalmente, Marina Piccola fueron las paradas obligatorias de aquel día, mientras andábamos por las encaladas callejuelas llenas de tiendas de Sorrento.

Tras la comida, tocaba tomar un ferry que nos llevara a la cercana isla de Capri.

















miércoles, 21 de diciembre de 2022

Recorriendo el Golfo de Nápoles. Parte 3: Herculano

Tras salir de Pompeya, retrocedimos en tren (ya que las horas de huelga habían finalizado) hasta Herculano. Comimos de camino a las ruinas, y, sin perder el tiempo, nos dispusimos a recorrer lo que se ha rescatado de esta otra antigua localidad romana.

Herculano está mejor conservada que Pompeya: fue enterrada bajo más metros de escombros, lo que provocó que fuera olvidada durante más tiempo.

En unas escasas dos horas vimos los lugares más relevantes de la excavación. Me sobrecogió ver los esqueletos de aquellos que intentaron escapar por mar, pero que fueron carbonizados de forma instantánea por la furia del Monte Vesubio...

El intenso día de visitar ruinas llegaba a su fin, por lo que volvimos a Pompeya a recoger nuestros equipajes para, por última vez aquel día, tomar un tren. Debíamos llegar a Sorrento, donde pasaríamos esa noche.







martes, 20 de diciembre de 2022

Recorriendo el Golfo de Nápoles. Parte 2: Pompeya

Lunes, 10 de octubre: el día elegido para visitar las archiconocidas ruinas de Pompeya. La idea era llegar allí desde Nápoles yendo en tren... Pero tenemos la mala suerte de que esa mañana hay una huelga que deja sin servicio la línea transvesubiana que nos interesa.

Tenemos que improvisar, e ir hasta la localidad cercana de Torre Annunziata, y desde allí en autobús hasta las excavaciones. Dejamos los equipajes a buen recaudo en la estación de tren de Pompeya, y nos dirigimos a las ruinas.

Una vez allí, exprimimos el escaso tiempo que teníamos para ver los principales monumentos rescatados de la prisión de cenizas volcánicas que los guardó durante casi 2000 años.

Anfiteatro, Vía de la Abundancia, Teatro Grande, Termas, Foro, Lupanar, Templo de Apolo... lugares magníficos todos ellos que nos hacen ver que, las tecnologías han cambiado mucho, pero que la esencia, la humanidad, sigue siendo la misma hoy que hace dos milenios.

La mañana acababa, y debíamos apresurarnos para visitar Herculano.