viernes, 8 de noviembre de 2019

Viaje a USA: Yosemite (1/2)

¡Qué decir de Yosemite! La mayor ilusión, para mí, de este viaje era ir al Valle de Yosemite y ser testigo, en primera persona, de esa maravilla natural que es el Parque Nacional del mismo nombre, ubicado en la Sierra Nevada de California, y que sigue el curso del río Yosemite y el valle que éste ha creado con el discurrir del tiempo.

Yosemite también trajo consigo una pequeña discusión con mis compañeros de viaje antes de empezar, pues ellos sólo querían visitarlo durante un día escaso, y yo pretendía estar, al menos, dos días.

La solución fue salomónica, y decidimos separarnos durante unos días, para que así yo pudiera estar un poco más en Yosemite, y ellos me esperarían tres días más tarde en Las Vegas. A cambio, yo en Las Vegas apenas estaría unas horas mientras que ellos estarían casi dos días.

La solución no satisfacía al 100% a ninguno de los dos bandos, pues para mí suponía un desembolso importante de dinero (entrar por mi cuenta en el parque, alquilarme un coche, dormir sin compartir gastos tres noches...), y a ellos les obligaba a hacer unos cuántos kilómetros de más (para dejarme en Merced, que era el sitio más cercano a Yosemite donde podía alquilar un coche), e, igualmente, tres noches con un integrante menos con el que compartir gastos.

En cualquier caso, visto lo visto, y a pesar de que mi segundo día en Yosemite no pude disfrutarlo por completo por culpa de la meteorología, puedo decir con orgullo que hice bien. O al menos, así lo creo yo. En serio, Las Vegas es un sitio al que no tenía especial interés en ir, y que, una vez he estado allí, me reafirmo en ello.

Pero esta entrada era para hablar de Yosemite, así que, vamos a ello. Voy a acompañar la entrada con las fotos que he seleccionado para compartir. En el momento de escribir este texto muchos de vosotros ya habréis visto las fotos en Whatsapp, Instagram, Flickr, Twitter o incluso Facebook (donde publiqué un enlace al álbum de Google que creé con estas imágenes). En cualquier caso, las hayáis visto antes o no, lo novedoso de esta publicación es que voy a ir comentando cómo fue el estar allí para obtener las imágenes.

Por cierto, como estuve dos días, y quiero poner bastantes fotografías, he decidido partir la entrada de Yosemite en dos: una para cada uno de los días que pasé allí. Así creo que se hará más amena la lectura y visionado.

Comencemos, pues. Esa noche dormimos los tres en Merced, una localidad sin absolutamente nada que reseñar. Simplemente nos pillaba más o menos bien para encarar el día en Yosemite: se encuentra a unas dos horas en coche. Así que madrugamos bastante (como durante todo el viaje). Ese día condujo Jesús, por lo que yo pude disfrutar desde el asiento de copiloto de las preciosas vistas que el camino nos iba deparando. Más abajo podéis ver una instantánea que tomé al poco de salir de Merced. Al fondo se ven las montañas del Valle de Yosemite. No, esas primeras colinas, no. Y las segundas, tampoco; se ven muy difusas, casi azules, al fondo. Pero ya las percibíamos...


Durante el viaje hubo paisajes más bonitos que este, pero, lamentablemente, no dispongo de imágenes para ilustrarlo. Sacar fotos desde un coche en movimiento es algo complicado, y, a pesar de ello, durante este viaje he conseguido alguna que otra decente (como la que os he puesto arriba).

Una vez entramos en el Parque, no pudimos dejar de alucinar con lo que estábamos viendo. Es sencillamente indescriptible... Hubo un momento en el que decidimos que no podíamos seguir avanzando en coche sin pararnos a admirar lo que teníamos delante. Y paramos, porque, casi sin habernos dado cuenta, estábamos a los pies de El Capitán:


Impresiona, ¿verdad? Pues lo mejor es que, simplemente con darte la vuelta, te encuentras con la impresionante cascada "Bridal Veil" (el velo de la novia). La cascada impresionaba casi seca como nos la encontramos... Verla en pleno apogeo, en primavera, debe ser un espectáculo digno de merecer una vuelta a Yosemite. No digo más...


Por cierto, que, con la foto de El Capitán, se me ocurrió jugar un poquito, y le hice un retoque que, a mí, me gusta mucho. Voy a ponerla para que juzguéis vosotros si me cargué la foto, o la creatividad estaba bien empleada:

Me hizo gracia el único árbol de color naranja... y como el otoño estaba a punto de llegar, me pareció que resaltar el color típico de la estación contra una imagen en blanco y negro le daba personalidad a la toma.
Una vez recuperamos el aliento, comenzamos a andar, siguiendo el curso de una ruta de senderismo que pasaba justo donde habíamos aparcado. Comenzaba la visita a Yosemite.

La ruta era muy sencilla, un paseo, en ocasiones por un sendero asfaltado, en ocasiones por sendero de tierra, pero siempre todo muy bien cuidado y señalizado. Sin duda lo que más me ha gustado de los USA ha sido cómo cuidan y acondicionan sus parques nacionales. He visto otras muchas cosas que no me han gustado, pero este apartado he de reconocérselo.

De aquel primer paseo (que nos llevó un par de horas o así) os voy a mostrar las siguientes fotografías. Me costó elegir sólo estas, pero había mucho donde elegir, y todas no se pueden poner, a no ser que quiera aburrir al personal y que me dejéis de seguir. :-P






Las llamadas "Upper and Lower falls", que, lamentablemente, en esta época del año llevan poca agua 
Vista desde abajo de la "Lower fall". Me quedo con las ganas de ver la cascada con más agua.







Tras el paseo, el objetivo era ir a Glacier Point, para lo que teníamos que volver a usar nuestro coche. Así que, sin más, nos subimos al vehículo. Al pasar bajo El Capitán, de nuevo le hice una fotografía, esta vez en movimiento. Me quedó razonablemente bien...


A medio camino, y antes de empezar la serpenteante carretera de curvas que conduce a Glacier Point, pasamos por la denominada Tunnel View, que no es otra cosa que un punto, a la salida de un túnel que atraviesa la montaña, donde se puede observar la majestuosidad del Valle de Yosemite desde un punto de vista paralelo al suelo, pero en altura. Os voy a poner dos imágenes del mismo sitio, una con una apertura panorámica, y otra en la que hice algo de zoom para enfatizar las montañas:



Y, tras una carretera de mucha curva, en la que pasamos a través de los restos de uno de los muchos incendios que asolan California de forma asidua, llegamos a Glacier Point. Este punto es uno de los más altos del Valle, y, por tanto, permite una vista en altura grandiosa del Valle de Yosemite.

Desde este punto se puede ver el famoso "Half Dome", las cataratas Vernal y Nevada, y un sinfín más de accidentes geográficos cuyos nombres no recuerdo... De verdad, esta vista deja sin aliento. Os recomiendo que os fijéis bien la catarata Vernal, pues, os anticipo que, 24 horas después me encontraba justo debajo de ella; así os podéis hacer una idea de la magnitud y el tamaño del lugar donde nos encontrábamos.

Os pongo las fotos desde Glacier Point:

Half Dome

Catarata Nevada

Vista general. Se pueden apreciar "Half Dome" a la izquierda, "Vernal fall" en el centro, y "Nevada fall" a la derecha

Panorámica desde el mismo punto de la foto anterior

Detalle de la Catarata Vernal, que visitaría al día siguiente
Tras disfrutar de estas vistas, casi sin tiempo para asimilar lo que teníamos ante nosotros, debíamos seguir adelante: el tiempo es finito, y no disponíamos de mucho...

Así que decidimos hacer otra excursión, esta vez, subida a Sentinel Dome: una montaña que se eleva hasta casi 2.500 metros sobre el nivel del mar. No sé cómo describir y calificar las vistas que se obtienen una vez llegas arriba. Escribiendo sobre Yosemite se me agotan los adjetivos magnificadores, y quien lo lea sin haber estado allí puede pensar que me paso... Quizás tenga razón, pero no lo creo, y, la única forma de corroborarlo, es haber estado allí.

Mientras subíamos a Sentinel Dome hice alguna que otra foto del paisaje que iba quedando a mi espalda, en el que se veían las montañas del Valle y el gran "Half Dome" que domina esa parte del parque:



Una vez arriba, se puede observar una perspectiva única del Valle. Aproveché que había allí una turista admirando el paisaje para hacerla protagonista de mi imagen:


Después, bueno, yo mismo me acerqué a donde se encontraba esa persona para ver con mis propios ojos aquella perspectiva:



No sé si os logro transmitir con mis imágenes lo impresionante del lugar... Espero que sí, porque es algo que realmente merece la pena.

Antes de bajar de Sentinel Dome, os pongo un par de fotografías más de las vistas que teníamos desde aquel punto:



Tras comer rápidamente en la cima de "Sentinel Dome", bajamos nuevamente hasta nuestro coche para continuar hasta el próximo destino de aquel día: el bosque llamado "Mariposa Grove".

De aquel sitio, confieso, no me había preocupado de leer ni ver nada, así que me sorprendió que se tratara de un "pequeño" bosque de secuoyas. Dos días después yo estaría en el parque de las secuoyas, y vería en persona aquellos inmensos árboles. Pero las secuoyas de Mariposa Grove, si bien no son tan grandes como las que iba a ver en el futuro, sí que eran mis primeras secuoyas (bueno, en realidad sí que había visto una antes, en las Azores hace unos meses... pero era una sola, aislada y no demasiado grande si la comparamos con estas). Y bueno, la primera vez en un bosque de secuoyas es algo que realmente impresiona. Porque oye, uno se ha criado en la falda de Gredos, y está acostumbrado a bosques y montañas... pero cuando llega un bosque en el que los árboles tienen estas dimensiones, todo lo que creías conocer sobre los bosques se va al garete.

De Mariposa Grove no voy a poner muchas fotos, porque, a pesar de haber usado el objetivo gran angular, no estoy muy satisfecho de las fotos que obtuve: no muestran la verdadera escala que tienen las secuoyas...

Si no recuerdo mal, estos eran conocidos como "El tío y las tres sobrinas"

Parece un árbol normal... pero es realmente grande...

No suelo salir casi nunca en mis fotos. Aquí me tenéis sentado en el hueco del tronco de esta secuoya...

El día iba llegando a su fin, y nos quedaban aún muchos kilómetros por hacer para que mis compañeros me dejaran de nuevo en Merced (y ellos continuaran su viaje). Así que nos fuimos de Mariposa Grove, no sin antes encontrarnos con unos ciervos que se dejaron fotografiar:


Después, nada más: en Merced me quedé yo sólo. Al principio, cuesta, no lo voy a negar. Y más en un país extranjero. La ciudad no tiene nada que ver, así que sólo fui a comprar algo de comida para hacerme unos sandwiches para el día siguiente, y cené en un restaurante cercano a mi motel. Me fui temprano a la cama, pues al día siguiente tenía que madrugar para recoger mi coche y volver a Yosemite... Pero eso ya os lo cuento en la próxima entrada del blog. :-)

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