viernes, 5 de julio de 2024

Marruecos 2024: Día 2 (28 de abril de 2024)

Aunque me costó trabajo conciliar el sueño, dormí profundamente: mis compañeros despertaron con la llamada a la oración de madrugada, y yo no me enteré...

Tras desayunar en el riad donde habíamos dormido, nos volvimos a montar en el coche y nos dirigimos al lugar donde Rober y Euge tenían que recoger sus motos de alquiler.

Estuvimos allí un buen rato, ultimando una infinidad de detalles para dejar al azar lo mínimo posible.

Finalmente, ellos en moto, Susana, Ara y yo en coche, pusimos rumbo al Atlas.

Rober sobre su moto

Euge disfrutando de la moto

Habiendo dejado atrás Marrakech, y cuando ya podíamos disfrutar de paisajes montañosos, paramos a tomar un té. Aparcamos sobre terreno arcilloso y dejé el coche hecho un asco...

Un té al comenzar las carreteras del Atlas

Nuestras motos posando en la primera parada del camino

Tras la pausa y alguna que otra foto, continuamos. Hasta la hora de comer hicimos unas cuantas paradas más para disfrutar del paisaje y grabar vídeos y tomar fotos.

Rober y Euge en sus motos

Paramos para ver este pantano
Foto de grupo



Susana y Araceli

Araceli

Euge haciendo amigos

Una autofoto, para salir un poco por aquí

Una bonita e icónica foto del Atlas

Los moteros

Otra autofoto, con el Atlas de fondo

Araceli posando en el Atlas

Foto realizada desde el coche de un vehículo típico local

Euge intentó cruzar un arroyo cerca de la carretera con la moto, pero tuvo que cancelar la aventura ante la profundidad del vado.

Finalmente, paramos en una aldea que tenía un restaurante y comimos bastante bien por un módico precio.

Después, continuamos subiendo el puerto de montaña, donde se podían observar por igual los estragos del reciente terremoto y la belleza de los paisajes montañosos.
En el Atlas, además de la belleza de las montañas se pueden observar minúsculas aldeas diseminadas

Paisaje del Atlas

Según subimos, vamos dejando atrás todo rastro de vegetación

Por fin, ya rozando el atardecer, llegamos al punto más alto del puerto Tizi 'n Test, a 2100 m, donde hay un refugio en el que íbamos a dormir esa noche.

Tras las fotos de rigor, la gente del refugio nos enseñó nuestras estancias para aquella noche.

Susana y Araceli en Tizi 'n Test

Tizi 'n Test mirando hacia el sur

Mi cámara y yo posamos en Tizi 'n Test

Nuestro parque móvil

Siendo un refugio de montaña, no estaba mal, y por el baratísimo precio que habíamos pagado, no se podía pedir más... Pero claro, tenemos las costumbres y hábitos que tenemos, y aquello era un nivel de comodidad e higiene inferior a lo que solemos estar acostumbrados.

Sea como fuera, nos instalamos en nuestras habitaciones y nos fuimos a la estancia principal, una suerte de salón con chimenea, donde pudimos tomar unas cervezas y algo para cenar. Tras una breve partida de cartas, nos fuimos a las habitaciones.
Foto de grupo en el salón del refugio de Tizi 'n Test

Había que salir al exterior, y la noche había traído fuertes vientos y bajas temperaturas...

No disponíamos de ropa de abrigo, así que tuvimos que hacer acopio de mantas.

Y así, arropados y con un poco de miedo de que hubiera chinches o bichos similares, apagamos las luces y dimos por concluido aquel día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se pueden realizar comentarios, pero serán moderados por el autor del blog, y, según su criterio personal, serán mostrados al público o no.