¡Hola otra vez!
Llegamos al final del viaje por Córcega y Cerdeña. En esta entrada os contaré el octavo y último día de viaje, en el que, a nivel de turismo sólo visitamos Cagliari por la mañana, ya que después de comer tomamos un avión que nos llevó a Palma de Mallorca, porque no había vuelos directos para volver a nuestros destinos en España.
El lunes 2 de mayo nos levantamos temprano: había que devolver el coche en el aeropuerto antes de las 9, y el aparcamiento donde lo dejamos era válido sólo hasta las 8. A devolver el coche fui yo solo (ya que el alquiler estaba a mi nombre), mientras Maida y Lusiné se quedaban en el alojamiento cuidando del equipaje.
Tras completar la devolución y volver a nuestro alojamiento, desayunamos y nos fuimos a recorrer las calles de Cagliari.
De las ciudades que hemos visto en este viaje, Cagliari puede que sea la que menos me gustó. Es una ciudad bastante sucia y poco cuidada. Tiene potencial, pero no lo explotan correctamente.
Visitamos el casco histórico, y tomé algunas fotografías, entre las que destaco las siguientes:
Posando con el pequeño jabato que le llevé a mi sobrina Laura |
Cagliari desde el cielo tras el despegue |
Una vez en Palma de Mallorca, no hicimos mucho... Fuimos a nuestro hotel en Can Pastilla y buscamos un lugar donde tomar algo y cenar junto al paseo marítimo.
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