¡Hola de nuevo!
Continuando con el relato de las vacaciones de primavera de 2022, la entrada de hoy trata del cuarto día de viaje.
En este día cambiamos de isla y de país, pasando de Bonifacio (Córcega, Francia) a Santa Teresa di Gallura (Cerdeña, Italia), y, de ahí, tras un agotador día de mucha carretera y mucha fotografía, terminar esa noche en una pequeña localidad llamada Golfo Aranci, situada, curiosamente, en dicho accidente geográfico.
Nada más levantarnos, aproveché para sacar una última imagen desde nuestra estancia de esa noche: la fortaleza y el puerto de Bonifacio, que lucían espectaculares por la mañana. En mi cabeza, según tomaba esta imagen, ya tenía pensado que editaría la foto para darle un tono sepia... Quedó así:
Recogimos nuestras pertenencias y fuimos hasta el muelle de embarque para subirnos al ferry que nos llevaría a la vecina isla de Cerdeña. Durante el trayecto (unos 45 minutos o así), saqué alguna que otra fotografía, e incluso posé para mi propio álbum de recuerdos.
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La última imagen de Córcega: se pueden ver las edificaciones de Bonifacio pegadas al acantilado |
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Primera imagen de Cerdeña, con el pueblo de Santa Teresa di Gallura recibiéndonos |
Nada más desembarcar, dejé a mis compañeras de viaje al cuidado de nuestras pertenencias, mientras yo iba a recoger nuestro nuevo coche de alquiler. Resultó ser el mismo modelo que habíamos tenido en Córcega, así que no notamos diferencia en ese sentido.
Tras tener todo ya recogido en nuestro vehículo, nos dispusimos a ir al primer destino turístico de aquel día: Capo Testa.
Este cabo, situado en el norte de la isla de Cerdeña nos ofrecía un bonito paisaje, así como una pequeña y atractiva cala. Todavía era temprano en la mañana y no hacía temperatura para bañarse, pero sí que pisamos la arena de la playa.
Las siguientes fotos son de este lugar:
Después de ver Capo Testa, nos dirigimos hacia el pueblo de Palau, donde nos montamos en otro ferry para ver la isla de La Maddalena. En esta pequeña isla, hicimos un recorrido circular, y pasamos también a la vecina isla de Caprera a través de un puente que une ambas islas. Este recorrido nos llevó lo que quedaba de mañana, terminando justo a la hora de comer.
La Maddalena ofrece muchísimas playas y calas dignas cada una de ellas de disfrutar horas y horas... pero teníamos el tiempo que teníamos, y apenas nos dio para parar el coche, hacer un par de fotografías, y continuar nuestra marcha.
De este tramo de la jornada destaco estas imágenes:
Tras comer en La Maddalena (un restaurante realmente bueno, quizás la mejor comida del viaje), volvimos a cruzar a Cerdeña en barco, y continuamos nuestro viaje. La siguiente parada que hicimos fue en Porto Cervo, donde no estuvimos mucho rato.
Tras Porto Cervo, continuamos hasta Spiaggia di Capriccioli, donde paramos un rato a disfrutar de las vistas de esta pequeña pero bonita cala.
Comenzaba a caer el Sol, y aún nos quedaba un rato para llegar a la localidad de Golfo Aranci, donde dormiríamos esa noche; así que continuamos hacia allí, no sin realizar una pequeña parada antes de llegar, para sacar esta bonita imagen:
Y, una vez en Golfo Aranci, a donde llegamos justo a tiempo para cenar, mientras buscábamos restaurante paseando por el puerto, pude tomar estas bellas imágenes de mi primer atardecer en Cerdeña. Sin duda, un buen colofón para un intenso día de viaje.
Tras la cena, sólo quedaba ir a dormir, para reponer fuerzas, ya que el día siguiente, como veréis en la próxima entrada, también fue un intenso día en el que había muchas cosas que ver y poco tiempo para ello...
¡Gracias por leer hasta aquí!
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