Tras desayunar y preparar la mochila, subí al coche y puse rumbo hacia mi destino de hoy: el parque de Anaga.
Hice parada en un par de miradores, y luego me puse a andar a través de un frondoso bosque de laurisilva. Ha sido precioso, he disfrutado mucho de este paseo. Eso sí, barranco abajo, barranco arriba, los desniveles a salvar son cosa seria.
Después de la caminata, un café con un dulce, otro par de miradores de increíbles vistas, y rumbo a la playa de las Teresitas.
La carretera hasta llegar ahí ha sido una gozada; aunque el motor de mi coche se queda pequeño.
Me he dado un baño rápido, y como era hora de comer, he picado algo en un chiringuito de la playa.
Tras la comida, una nueva sesión de conducción por carretera de montaña para llegar al pueblo de Aganana. Un pueblo de cuestas imposibles, pues está construido en una empinada ladera.
Tras un paseo muy cansado por el pueblo, me tomé un café y me dirigí a la Playa de Benijo.
Una playa pequeña de arena negra finísima y que hoy tenía bandera amarilla. Aun así, me he bañado.
Como estaba a una hora de mi cuartel general, y quedaba poco más para la puesta de Sol, he decidido volver.
Ya en casa, revelar las fotos de hoy, ver la F1, cenar y tomar alguna cerveza. Todo listo para dormir y descansar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se pueden realizar comentarios, pero serán moderados por el autor del blog, y, según su criterio personal, serán mostrados al público o no.