Estaba nervioso, y dormí mal. Me desperté de madrugada y me costó casi dos horas volver a conciliar el sueño: justo cuando ya tocaba levantarse.
Todo salió bien: hice las tareas de casa, regué las plantas, tiré la basura y contraté un Über para ir al aeropuerto.
Allí, sin ningún problema facturé mi equipaje, pasé el control de seguridad y me dirigí a la puerta de embarque. Tras la habitual espera, sin retrasos, subí al avión.
Durante el vuelo, nada reseñable. Ya llegando a Tenerife finalicé el libro que estaba leyendo, y me dio mucho alivio, pues se me había atragantado un poco y me ha costado más de tres meses finalizarlo. No es que sea malo: de hecho me parece muy bueno y me ha gustado mucho... pero se me ha hecho bola y me ha costado. "La gran desmemoria", de Pilar Urbano.
Al aterrizar, mi maleta tardó algo en salir, pero salió sin mayor problema (ojalá igual a la vuelta). Tras eso, fui al mostrador de Cicar a reclamar mi coche de alquiler. Reservé un Fiat 500, que además de barato, me encanta, y, por si fuera poco, me lo dieron en versión cabrio; mi primer coche descapotable.
Un pequeño problema con este coche es precisamente el tamaño del maletero: insuficiente para la maleta que he traído... pero como viajo solo y los asientos de atrás no los voy a usar, pude finalmente encajar el equipaje.
De camino a mi apartamento tuve un pequeño susto: por andar tonteando con los botones de las ventanillas casi me como al coche de delante... di un volantazo brusco que quedó sólo en una anécdota y en una advertencia.
La organización de la empresa que gestiona mi apartamento deja mucho que desear. Nadie esperando, el teléfono de contacto que me dieron no responde... Por suerte un amable jardinero de la urbanización me indicó a dónde debía dirigirme, y finalmente conseguí llegar a mi bungalow.
Tras dejar el equipaje me dirigí a comer, pues ya era tarde, en un restaurante al lado de la urbanización. Comida buena, aunque me pareció caro.
Después de comer, deshice la maleta, hice una pequeña compra para cenar y desayunar varios días y decidí descansar un poco, pues la falta de sueño me pesa.
He estado viendo la urbanización, leyendo, viendo la TV y tomando alguna foto. Ahora me voy a ir a la cama. Mañana comienzo a explorar la isla.
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