jueves, 16 de enero de 2025

Tenerife 2024, día 9 (7/XII/24): De Tenerife a Madrid

Último amanecer en Tenerife. Me inunda la nostalgia porque el viaje llega a su fin.

Me levanto, desayuno y preparo la maleta. Después, un rato tranquilo en el apartamento.

Miro El Teide por última vez desde el que ha sido mi hogar en los últimos ocho días y me voy.

Tras una hora recorriendo la isla por última vez, llego al aeropuerto del Sur. Entrego mi coche, facturo el equipaje y me subo al avión. Hasta la próxima, Tenerife.





Tenerife 2024, día 8 (6/XII/24): Candelaria, El Médano, Güímar

Último día de ver cosas... El viaje llega a su fin, y ahora sólo queda hacer la maleta, dormir y marchar al aeropuerto.

Hoy me levanté más tarde que estos días atrás. En la agenda no quedaba mucho por ver y me lo podía tomar con calma.

Después de desayunar, subí al coche y puse rumbo a Candelaria, donde se encuentra la basílica dedicada a la patrona del archipiélago.

Fotos de la basílica, paseo por el pueblo, el paseo marítimo, y al siguiente destino.







Tocaba ver un par de playas del municipio de El Médano. La homónima y La Tejita, ambas dominadas por la Montaña Roja.





Como había acabado con lo planificado pronto, sobre la marcha decidí visitar las pirámides de Güímar. Me gustó bastante. Está bien recuperar algo de la cultura Guanche, se lo debemos...








Tras las pirámides fui a comer al Puertito de Güímar. Encontré un sitio barato y muy rico con vistas al mar. ¿Qué más puedo pedir?

Después, un pequeño paseo por el pueblo y rumbo a casa otra vez.






Una vez aquí, decidí hacer caso a mi amigo Miguel, y y fui al único bar que tengo cerca a tomar un Arehucas.

Y, por hoy, eso es todo... Esto se acaba, y ya me empieza a entrar un poco de melancolia.

Tenerife 2024, día 7 (5/XII/24): Puerto La Cruz, La Orotava, Garachico, Icod de los Vinos

Una semana ya... Se acerca el final del viaje.

Hoy tocaba visitar algunos pueblos del oeste de la isla.

Comencé la mañana en el cercano Puerto de la Cruz. Tiene un interesante casco viejo, así como una bonita zona del antiguo puerto. La llamada Playa Martiánez no me gustó... Antes de partir paseé por el jardín botánico, que me gustó mucho, aunque creo que en primavera será más espectacular.









Después puse rumbo a La Orotava, donde paseé por las calles que te transportan varios siglos atrás.






Se aproximaba la hora de comer y decidí hacerlo en Garachico. Pero antes de comer di unas vueltas por el pueblo. Es precioso, el pueblo que más me ha gustado de los que he visto en este viaje.

Para comer me senté en un sitio algo carete, pero con "glamour". La comida estuvo genial.








Después sólo me quedaba ir a ver el Drago Milenario de Icod de los Vinos. El árbol es impresionante, pero que te cobren 5€ por entrar es una pasada.








Ya sólo quedaba volver a casa, darse un baño en la piscina y finalizar el día.