Llegamos al final del viaje por Córcega y Cerdeña. En esta entrada os contaré el octavo y último día de viaje, en el que, a nivel de turismo sólo visitamos Cagliari por la mañana, ya que después de comer tomamos un avión que nos llevó a Palma de Mallorca, porque no había vuelos directos para volver a nuestros destinos en España.
El lunes 2 de mayo nos levantamos temprano: había que devolver el coche en el aeropuerto antes de las 9, y el aparcamiento donde lo dejamos era válido sólo hasta las 8. A devolver el coche fui yo solo (ya que el alquiler estaba a mi nombre), mientras Maida y Lusiné se quedaban en el alojamiento cuidando del equipaje.
Tras completar la devolución y volver a nuestro alojamiento, desayunamos y nos fuimos a recorrer las calles de Cagliari.
De las ciudades que hemos visto en este viaje, Cagliari puede que sea la que menos me gustó. Es una ciudad bastante sucia y poco cuidada. Tiene potencial, pero no lo explotan correctamente.
Visitamos el casco histórico, y tomé algunas fotografías, entre las que destaco las siguientes:
Una vez agotamos el tiempo disponible en Cagliari, fuimos a por nuestros equipajes, y nos desplazamos al aeropuerto.
Allí, comimos algo frugalmente e hicimos las últimas compras antes de emprender el primero de los vuelos de vuelta.
Posando con el pequeño jabato que le llevé a mi sobrina Laura
Cagliari desde el cielo tras el despegue
Una vez en Palma de Mallorca, no hicimos mucho... Fuimos a nuestro hotel en Can Pastilla y buscamos un lugar donde tomar algo y cenar junto al paseo marítimo.
En un bonito bar con música en directo nos tomamos esta última foto que comparto del viaje:
Después, ya era hora de dormir porque estábamos cansados y el día había sido largo. Por la mañana del martes 3 de mayo, nos separamos: Maida y Lusiné volaron a Granada, y yo tomé un avión a Madrid, que hizo una breve escala en Valencia.
El viaje por Córcega y Cerdeña había llegado a su fin.
Espero que os haya gustado esta serie de entradas, y que os pueda servir de algo si alguna vez queréis visitar alguna de estas dos islas.
En esta entrada voy a contaros lo que hicimos durante el séptimo día de viaje. Aunque, como se lee en el título comenzamos en Orosei y terminamos en Cagliari, la entrada se podría haber titulado directamente "Cala Luna", puesto que realmente fue lo único que vimos aquel domingo 1 de mayo de 2022.
Pero no nos adelantemos, y empecemos por el principio. Habíamos hablado la noche anterior que íbamos a intentar ver el mayor número posible de calas del golfo de Orosei, ya que en todas las guías y páginas web consultadas, nos recomendaban ver al menos 7 u 8. El día anterior ya habíamos visto Cala Fuili, y Maida había puesto como obligatoria la visita a Cala Luna.
El problema de ese plan es que estas calas no tienen un acceso fácil por tierra, por lo que la gente va al puerto de Orosei o de Cala Gonone, y contrata una excursión que les lleve por mar a varias calas. Nuestra idea era hacer justamente eso... pero, claro, era 1 de mayo y, además, domingo; y, cuando llegamos al puerto de Orosei, todo estaba cerrado. Sobre la marcha, decidimos cambiar de plan, y ver únicamente Cala Luna.
La razón: para llegar a Cala Luna, desde donde estábamos, la mejor opción era ir de nuevo a Cala Fuili, aparcar allí, y andar cerca de 6 Km. para llegar a la deseada cala. Teniendo en cuenta que ese día teníamos que terminar en Cagliari, y que para llegar allí tardaríamos cerca de 3 horas en coche, no teníamos tiempo para mucho más.
Por tanto, fuimos a Cala Fuili, y nos pusimos a andar por una bonita senda que a ratos iba dentro del bosque y a ratos nos dejaba ver los acantilados y el mar Tirreno.
Una fotografía más de uno de los habitantes sardos más comunes
Ya casi al final del camino, teníamos una bonita vista de nuestro destino:
Y, por fin, llegamos a Cala Luna:
Lo más característico de esta Cala son sus cuevas, que han sido infinitamente fotografiadas y reproducidas en Instagram por influencers y no tan influencers.
Para mí, fotografiar desde el interior de las cuevas supuso un reto, porque como me niego a usar el modo automático, me costó encontrar un equilibrio entre la poca luminosidad del interior de la cueva en contraste con toda la luz que había fuera.
Es muy complicado sacar a Maida con este contraluz tan potente...
El iPhone de Lusiné saca buenas fotos en condiciones difíciles
Esta foto también me costó, pero creo que logré parametrizarla bien
Además, también me sirvió como ejercicio experimental en Photoshop, ya que quise aprender a quitar objetos/personas de las fotografías. Intenté quitar a la gran cantidad de gente de la imagen, y, bueno, no es un buen resultado, pero si uno no se fija demasiado, no se aprecia el destrozo que hice en la imagen final.
Logré quitar gente, mochilas y demás cosas no deseadas usando Photoshop
No estábamos solos en aquella cueva, pero, para mi álbum fotográfico, así quedará :-)
Una de las fotos que más me gustó de las que hice en Cala Luna. En esta ocasión, apenas hice retoques, y en esta cueva sólo tuve que quitar a una persona usando Photoshop
Esta foto es una HDR real, usando 3 tomas a distintos niveles de exposición. Por eso se ven "fantasmas" entre la gente... No tiene más edición que la relativa a apilar las 3 tomas para componer el alto rango dinámico.
Después de darnos un baño (necesario tras la caminata), hicimos un picnic para comer, y, sin haber acabado la comida, de golpe el cielo se nubló... Mirando hacia la izquierda, veíamos que en Cala Gonone estaba lloviendo, y el viento traía aquellas nubes hacia nosotros, por lo que sabíamos que, no tardando mucho, aquella lluvia caería sobre Cala Luna.
Lluvia sobre Cala Gonone...
Al final, se cumplieron los presagios y la tormenta llegó a Cala Luna. Todas las personas que estábamos allí nos refugiamos en las distintas cuevas, y esperamos a que pasara el temporal, que se demoró algo más de una hora.
Finalmente, llovió en Cala Luna
Pasada la tormenta, nos quedaba realizar la vuelta, otros 6 Km. hasta el aparcamiento en Cala Fuili, que esta vez se complicó un poco más debido a la reciente lluvia, que embarró el camino, haciendo éste resbaladizo y peligroso en algún tramo...
Esta vista de Cala Luna tras la tormenta es una de mis fotos preferidas de todo el viaje
Tras superar el camino de vuelta, nos montamos en el coche y pusimos rumbo a Cagliari, donde llegaríamos a última hora de la tarde.
Hice una última foto aquel día, a nuestro coche, porque por la mañana temprano nos despediríamos de él:
De aquel día, no hay mucho más que contar: llegamos a la capital de Cerdeña, dejamos nuestras cosas en nuestro alojamiento de aquella última noche en la isla, y buscamos sitio para cenar. La verdad es que resultó complicado, porque ya era tarde, y la cocina estaba cerrada en la mayoría de los sitios. Finalmente, pudimos cenar en un restaurante oriental. Tras aquello, volvimos a la habitación para dormir.
Al día siguiente tocaba ver Cagliari y despedirse de Cerdeña, pero eso lo contaré en la próxima entrada del blog.
En esta nueva entrada, voy a contaros cómo fue el sexto día de las vacaciones primaverales de 2022. Aquel 30 de abril atravesamos de oeste a este Cerdeña, para ir desde Alghero hasta Orosei.
Nada más levantarnos, decidimos recorrer las calles de Alghero a la luz del día, ya que la noche anterior apenas vimos nada de la ciudad.
Alghero es una ciudad con encanto, que a mí también me gustó mucho. Esta ciudad tiene una curiosidad: fue fundada en los tiempos en los que la isla de Cerdeña pertenecía a la Corona de Aragón, y de aquella época les ha quedado la lengua catalana, que se puede ver en los nombres de las calles y en todos los letreros públicos, compartiendo protagonismo con el italiano.
Del paseo por Alghero destaco las siguientes imágenes:
Maida posa con el Capo Caccia al fondo, allí estuvimos el día anterior visitando la Grotta di Nettuno
En este viaje he realizado muchas fotografías urbanas, algo a lo que no estoy demasiado acostumbrado, y en general, me gusta el resultado obtenido. También es cierto que los pueblos y ciudades que visitamos eran muy fotogénicos.
Una vez visto Alghero, nos subimos a nuestro coche para continuar el viaje. Aquel día decidimos finalmente no hacer excursión a pie por zonas naturales, porque la distancia en coche era mucha, y había que elegir entre ver Alghero o hacer excursión. Así que, cuando acabamos de pasear por la ciudad, decidimos ver el pueblo de Bosa, que no implicaba un desvío excesivo, y nos permitía aprovechar algo mejor el tiempo que teníamos.
Entre Alghero y Bosa optamos por parar a disfrutar de unas preciosas vistas en un mirador que se encontraba en la carretera:
Y, una vez llegados a Bosa, vimos que el pueblo en sí no era gran cosa, pero, desde la lejanía, sí que existía una foto curiosa de la fortaleza que se encuentra en lo alto de un cerro y las casas de colores justo debajo de ella.
Hecha la fotografía, continuamos el viaje por carretera, hasta que llegamos al Golfo de Orosei. Allí, nuestro objetivo fue pasar lo que quedaba de tarde en Cala Fuili, una preciosa playa en la que nos atrevimos a bañarnos a pesar de que el agua no estaba demasiado caliente.
Con las vistas del pueblo de Cala Gonone desde Cala Fuili, di por finalizado el reportaje fotográfico de ese día.
Lo siguiente fue llegar a Orosei, donde dormiríamos esa noche. En Orosei no hice fotografías, ya que no hicimos visita turística: solo anduvimos en busca de un restaurante para cenar (por cierto, encontramos un sitio muy bueno).