sábado, 20 de abril de 2024

¡Vuelvo a Marruecos, 10 años después!

Pues sí, como reza el título de esta entrada, aprovechando los dos días festivos que tenemos los trabajadores de Madrid al comienzo de mayo, voy a ir, junto a unos amigos, a Marruecos.

Se da la curiosa circunstancia de que, también aprovechando el "puente" de mayo, en 2014, visité el país norafricano.

En aquel viaje aún no me había entrado la "fiebre" fotográfica, y fui con una cámara compacta (no tenía réflex aún) y el teléfono móvil que tenía entonces.

Aquel vetusto Nexus 5, aunque era muy buen dispositivo en la época, queda muy lejos, en lo que a calidad fotográfica se refiere, de los teléfonos actuales (mi Honor Magic5 Pro es maravilloso). Y, si comparamos aquella cámara compacta Olympus que usé entonces, y mi actual Nikon D750, la distancia es inmensa.

Además de los equipos (que son importantes, pero no lo son todo), creo que la principal diferencia entre las fotos que tomé en aquel viaje y las que tomaré en este que viene, va a ser la técnica. En los 8 años que llevo fotografiando con cámara réflex y tomándome un poco más en serio la fotografía, creo que he mejorado bastante, y que he evolucionado para bien, por lo que tengo grandes expectativas para este próximo viaje.

Voy a llevarme una minimochila portacámaras bien pertrechada con un pequeño trípode y varias lentes: la polifacética 24-120mm será la elegida para la mayoría de las fotografías, y el teleobjetivo 70-300mm puede que tenga también sus momentos de gloria; pero no descarto usar en algún momento, sobre todo para retratos, las focales fijas de 24, 35 y 50mm que tengo. Además, también incluyo filtros de densidad neutra para el 24-120mm.

El equipo fotográfico que me acompañará en esta ocasión


Estoy ilusionado con este viaje por ver qué soy capaz de hacer con mi cámara y mi móvil actual, y por comparar las fotos que tome con algunas de las imágenes que tomé hace 10 años en lugares en los que repetiré visita este año.

Espero que, a la vuelta, os pueda contar en imágenes por aquí cómo ha transcurrido este viaje...

¡Hasta pronto!

sábado, 27 de enero de 2024

¡Me han intentado timar!

Imagen generada por la IA DALL-E 3

¡Hola a todas!

Me he decidido a contar por aquí lo que me ha sucedido durante estas últimas semanas para que sirva de ayuda a otras personas a quienes les pueda ocurrir algo similar. Voy a contarlo con todo detalle, por lo que seguro que queda un texto largo, pero creo que es necesario, para intentar evitar que este tipo de cosas lleguen a terminar con inocentes estafados.

Lo primero: desconfiad siempre de "los duros a cuatro pesetas" (con este dicho pongo de manifiesto mi edad). Ojo, no digo que no valoréis vuestro trabajo, o vuestras capacidades, pero, asumidlo, si os ofrecen una cantidad que estimáis muy grande de dinero por algo que no creéis que vale tanto, es más probable que sea un intento de estafa que un legítimo intercambio de bienes y servicios.

Dicho esto, os voy a relatar lo sucedido:

Creo que si leéis este blog a menudo o me conocéis, sabéis que principalmente publico mis fotografías en la red "Flickr". Pues bien, hace unos días apareció un comentario en una de mis fotos de una tal "Helen Stary" en el que me venía a decir que le gustaban muchos mis fotos y que si estaba interesado en una colaboración comercial con su revista "Dynamic Photographer Magazine" (DPM de aquí en adelante), me pusiera en contacto con la secretaria de dicha publicación bien vía e-mail, bien vía Telegram (y puso un número de teléfono estadounidense).

Normalmente no hago caso a este tipo de cosas, pero ese día me entró curiosidad, y decidí ver a dónde me llevaba aquello, así que escribí por Telegram a la secretaria de DPM. Antes de escribirla, estuve mirando la página Web y las redes sociales de aquella publicación, y ya me empezó a extrañar el hecho de que llevará casi un año sin publicarse nada nuevo, pero, aun así, continué.

En mi conversación con la secretaria de DPM, ella me dijo que la colaboración consistiría en que yo seleccionaría 30 fotografías mías, y les cedería a ellos su uso con fines publicitarios durante un periodo de dos meses, y, a cambio, me pagarían una cantidad de dinero.

Después, me preguntó cuál era mi tarifa, y yo, a su vez, le solicité que me dijera ella a mí cuánto era el estándar que solían pagar ellos (la verdad es que yo no tengo ni idea de tarifas por este tipo de servicios, y quería ver si me interesaba vender mis imágenes).

Hasta aquí, bueno, me parecía bastante factible la cosa, porque bueno, no es que yo sea un profesional, pero mis fotos pueden resultar vistosas y gustar, así que bueno, si hay alguien dispuesto a pagar algo por ellas, perfecto. Pero claro, jamás se me habría ocurrido pensar que esta empresa estuviera dispuesta a pagarme tanto dinero: la secretaria de DPM me dijo que me pagarían ¡¡¡30.000$!!! (dólares americanos) por el uso de esas 30 fotos durante dos meses.

De primeras, la cifra me sorprendió mucho, pero bueno, como aún no me habían pedido ningún dato personal ni bancario, decidí seguir adelante, porque, en mi interior (¡Ay, cándido de mí!), albergaba la esperanza de que aquello fuera cierto.

Bien, una vez le dije que aquella tarifa estándar era buena para mí, el siguiente paso, me dijo, era que su jefe de edición evaluara mis imágenes, y, si pasaban ese filtro, formalizaríamos la transacción con la firma de un contrato y el posterior pago.

Me extrañó que las instrucciones fueran pasarle las fotos mediante un enlace de Google Drive a esta persona, y que el correo de contacto que me facilitó fuera una dirección de GMail y no una dirección corporativa. Por ello decidí hacer unas cuantas cosas para protegerme:

  • Seleccioné 30 fotografías que ya estaban publicadas en distintas redes sociales desde hacía años. Las más modernas eran de finales de 2022, pero no había ninguna imagen inédita.
  • Me creé una nueva cuenta de GMail, distinta a mi correo habitual.
  • Con esa nueva cuenta, hice un Google Drive vacío, y subí la selección de 30 fotografías, pero no con la calidad original, sino reducidas de tamaño.
Con estas salvaguardas, escribí al correo que me había dado, incluyendo el enlace a mis fotografías. Un día después o así, esta persona me respondió diciendo que le daba el visto bueno a mis imágenes, y que se podía formalizar la relación comercial con la firma del contrato y el pago por el uso de las fotos. Unos minutos después de recibir este correo electrónico, me escribió de nuevo la secretaria de DPM por Telegram con una copia del contrato.

El contrato era muy sencillo, de apenas una cara de folio de longitud, y especificaba como dirección de la empresa un apartado de Correos en la localidad de Escondido, en California. Los términos eran los que me habían dicho en la conversación por Telegram, pero en el apartado del pago, decían que éste se realizaría mediante una transferencia desde una Swed Trust Account (ni idea de qué es exactamente, pero no me sonó demasiado bien). Y, abajo del todo, aparecían las firmas escaneadas de las tres personas que habían interactuado conmigo: la secretaria, el jefe de edición, y la persona que me contactó inicialmente en Flickr. Por último, había un hueco para mi nombre y mi firma.

Una vez leído este contrato, le pregunté a la secretaria que si el medio de pago se podía cambiar, para que se realizase mediante PayPal (evidentemente, yo no voy a darle a esta gente mi número de cuenta corriente), y ella me dijo que no había ningún problema, que en todo caso yo perdería algo de dinero por la comisión de PayPal, pero que a ellos les daba igual.

Bien, pues estando así las cosas, accedí a mi cuenta de PayPal y me creé un perfil comercial (básicamente, te otorga un enlace para que terceros te realicen pagos, distinto al enlace del perfil personal habitual). Una vez hecho esto, firmé el contrato (sin poner mi DNI, sólo mi nombre y un garabato escaneado) y les envié por e-mail el documento y el enlace de PayPal para que me pagasen por mis servicios.

Tras esto, hubo un silencio de tres días o así... Yo me abstuve de insistir, esperé pacientemente a que me dijeran algo, y así ocurrió: me escribió de nuevo la secretaria por Telegram para decirme que les disculpara por la espera, pero que habían tenido problemas para realizar la transferencia de dinero, al parecer, por algún supuesto inconveniente a la hora de mandar dinero a España desde USA (¿en serio, usando PayPal, que es una empresa americana?). Me pedía un poco más de tiempo para solucionar el supuesto problema, pero que no me preocupara, que yo no tenía que hacer nada más. A esto yo respondí que bien, que esperaría sin problema.

Me tuvieron esperando cuatro días, y al final me dijeron que la única forma de realizar el pago era a través de su plataforma "SWED TRUST BANK", donde me tenía que crear una cuenta para poder recibir ahí el dinero.

En ese momento ya decidí que esto no iba a ir a más, y así se lo hice saber a la persona que había estado hablando conmigo por Telegram.

Antes de terminar el relato, decir que otra cosa que me hizo pensar mal fue la hora a la que hablaba con esta persona: porque, si todo hubiera sido cierto, esta gente debería ser de California, y, con la diferencia horaria, sería un poco raro que estuvieran hablando conmigo de temas laborales en un horario de madrugada en su zona (hice cálculos, y en la mayoría de las ocasiones, las horas a las que contactaban conmigo se correspondían con la franja horaria de las 2-4 a.m. de California).

He de confesar que, aunque desde el principio sospeché que este asunto no era trigo limpio, también albergué esperanzas hasta el final de que sí que fuera real. Ese dinero me hubiera venido muy bien; no soy una persona especialmente ambiciosa en lo económico, pero bueno, con esa cantidad podría haber hecho ahora mismo algunas cosas para las que estoy ahorrando y para las que tardaré años en conseguir reunir la cantidad adecuada. ¡Incluso estuve pensando en cuánto tendría que pagar en impuestos de la cantidad, porque tenía claro que ese dinero sería declarado legalmente! En fin, que aunque tomé medidas para no ser estafado, piqué en el anzuelo y me ilusioné: en mi cabeza ya estaba haciendo múltiples planes.

Y bueno, esto ha sido todo; sólo recalcar que tengáis mucho cuidado, porque hay ladrones por todos lados intentando aprovecharse de la gente, y puede resultar fácil terminar cayendo en un engaño de este tipo.

Si tenéis curiosidad, os dejo por aquí la selección de fotografías que les facilité a esta gentuza, por si os apetece verlas.


¡Gracias por leerme!

lunes, 8 de enero de 2024

Se acabó 2023... Y aquí están mis dos fotografías favoritas por cada mes

 ¡Hola a todas! ¡Feliz año nuevo 2024!


Tal y como vengo haciendo desde hace ya unos cuantos años, a lo largo de este pasado año 2023 he ido seleccionando mis dos fotografías favoritas por cada mes. En total, 24 imágenes que más o menos reflejan lo mejor de mi obra a lo largo del año. Digo más o menos, porque hay meses en los que me ha costado más elegir, y otros en los que había poco material, y he terminado eligiendo fotografías que quizás habría desechado rápidamente si hubieran sido tomadas en otro mes distinto.

Sea como sea, cualquier tipo de clasificación es injusta y objetiva, y por tanto, seguramente las elegidas podrían haber sido otras 24 distintas si me hubiera dado por considerar otros parámetros distintos a los que he tenido en cuenta.

Y, para no aburriros demasiado, aquí van las fotografías elegidas, junto con un breve comentario para cada una.

Tarde invernal (8 de enero de 2023)

Atardecer invernal en Castelldefels (17 de enero de 2023)

Un amanecer... (19 de febrero de 2023)

Barrancas en detalle (19 de febrero de 2023)

Sachsenhausen: Desde la entrada (4 de marzo de 2023)

Berlín desde el Panorama (6 de marzo de 2023)

La Primavera (8 de abril de 2023)

Atardecer (11 de abril de 2023)

Una imagen de otra época (13 de mayo de 2023)

Bodega Valsotillo (15 de mayo de 2023)

Parque Santander (10 de junio de 2023)

Tormenta de granizo (18 de junio de 2023)

Recogiendo alimento (17 de julio de 2023)

Una tarde de verano en el campo (17 de julio de 2023)

Río Pelayos una tarde de agosto (2 de agosto de 2023)

Atardecer de fantasía (15 de agosto de 2023)

Tormenta sobre las torres (9 de septiembre de 2023)

Zaragoza desde las alturas (20 de septiembre de 2023)

Paseo otoñal en el camino de San Pedro (12 de octubre de 2023)

Escaleras al atardecer (16 de octubre de 2023)

Estampa otoñal (26 de noviembre de 2023)

Charco Verde en otoño (26 de noviembre de 2023)

Mañana invernal (24 de diciembre de 2023)

Invierno en blanco y negro (25 de diciembre de 2023)


miércoles, 23 de agosto de 2023

Nuevo teléfono móvil: probando conjunto de cámaras

A finales de abril de 2023, estando mi Huawei P20 Pro bastante deteriorado en lo que a calidad de batería y rendimiento software se refiere, decidí que ya era tiempo de jubilar ese terminal (tras casi 5 años de uso), y cambié ese teléfono por mi nuevo y flamante Honor Magic5 Pro.

La decisión sobre qué terminal nuevo comprar estuvo muy pensada, porque quería un móvil que me pueda durar tantos años como el que doy de baja, y que, además, tuviera un conjunto de cámaras de suficiente calidad como para no echar demasiado en falta mi réflex en situaciones comunes.

Así pues, tras estudiar el mercado, me decidí por este Honor Magic5 Pro. Y, tras cuatro meses usándolo, puedo decir que estoy muy contento con la decisión tomada, y es que las cámaras se comportan a las mil maravillas, y, además, el modo "profesional" me da unas imágenes en formato RAW de una calidad increíble.

He estado tirando fotos con mi nuevo móvil durante el final de la primavera y lo que va de verano, y he obtenido unas cuantas imágenes muy dignas. Como lo mejor es ver los resultados, a continuación os pongo una serie de fotografías que he tomado con mi nuevo teléfono. Espero que os gusten.

¡Hasta la próxima entrada!