¡Hola de nuevo!
Continuando con las imágenes de la breve escapada veraniega a Menorca, en esta entrada os voy a mostrar las distintas calas y playas que visitamos, así como alguna que otra foto que hice mientras íbamos de camino a ellas, ya que, en su mayoría, las calas que vimos son calas vírgenes a las que se accede a través de una caminata o a través de embarcación, y nosotros, en este viaje, hicimos las visitas a pie.
Excursión 1: Etapa 6 del "Camí de Cavalls"
El día siguiente a nuestra llegada a Menorca, hicimos una etapa del famoso "Camí de Cavalls", que, para quien no lo sepa, es un itinerario a pie (o a caballo, como su propio nombre indica) que rodea toda la isla, dividido en 10 etapas, y que tiene categoría GR (GR-223).
La etapa elegida fue la sexta, que discurre entre Playa Binimel-La y Els Alocs, aunque nosotros fuimos un poco más allá y llegamos hasta Cala Pilar, ya que nos habían recomendado ver esta playa (y no se encuentra demasiado lejos del final "oficial" de la etapa).
Este recorrido se sitúa en la parte norte de la isla, y tiene una longitud de algo más de 10 Km. Por el camino se ven unas cuantas calas y playas, y también tiene un tramo que se adentra un poco en el interior de la isla, durante el cual se pierde de vista la costa.
Muy importante: llevar mucha agua, en especial si se hace esta etapa en verano, ya que no hay ninguna sombra (ni fuente) en todo el camino y el sol y el calor pueden jugar malas pasadas. En nuestro caso, no planificamos bien todo esto, y lo pasamos un poco mal, en especial yo, que me quedé sin bebida y sufrí bastante.
El recorrido es bastante duro si se hace en verano, con algunas subidas muy largas y empinadas, pero, bajo mi punto de vista, la ruta merece mucho la pena en cuanto al paisaje que se observa.
Otra cosa que planificamos mal fue la vuelta... Ya que pensábamos que el camino no iba a ser tan duro y pretendíamos volver sobre nuestros pasos a Playa Binimel-La, donde habíamos aparcado el coche. Pero estando sin agua y viendo la dificultad del camino de ida, hacer de nuevo la vuelta a pie era impensable. En Cala Pilar intentamos ver si alguna embarcación nos podía llevar de vuelta, pero esa opción no era viable, así que optamos por ir hasta el parking de Cala Pilar, y, una vez allí, llamar a un taxi que nos llevara de vuelta al sitio donde habíamos aparcado. El plan era bueno, pero no sabíamos que el parking de Cala Pilar se encontraba a una hora de camino desde la playa. Por tanto, no nos libramos de una larga caminata a pleno sol y sin agua. Por suerte, a nuestra llegada al aparcamiento, una buena persona se apiadó de mí y me regaló una botella de agua fresca; creo que me salvó la vida.
Cuando el taxi nos dejó, no lo hizo en el lugar donde habíamos aparcado por la mañana: no tenía servicio hasta nuestro aparcamiento, y tuvimos que andar casi otra hora más hasta poder llegar al coche. Fue un día duro y complicado. Yo terminé con insolación, y esa noche sufrí un dolor de cabeza como hacía tiempo que no había tenido.
Bueno, no voy a llorar más, lo importante es que, al final, todo terminó bien y saqué unas cuantas fotos de la excursión que os pongo a continuación:
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Punta de Binimel-La |
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Maida al inicio de la excursión |
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Cala Son Mercaduret (y Pregonda al fondo) |
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Maida posando con la costa menorquina de fondo |
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Cala Pregonda |
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Escullar de Cala Pregonda |
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Cala Barril |
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Otra vista de Cala Barril |
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Salrareta |
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Es Vermells |
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Cala Calderer |
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Cala Calderer |
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Cala Calderer |
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Paisaje desde el camino |
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Dejando atrás Cala Calderer |
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Volviendo la vista atrás |
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Camino al mar |
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Els Alocs |
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Cala Pilar (al fondo) |
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¡¡¡Llegamos!!! |
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Cala Pilar |
Excursión 2: De Cala Mitjana a Cala Escorxada
Al día siguiente de haber ido a Cala Pilar, y con la lección más o menos aprendida, decidimos hacer otra excursión, pero esta vez de menor longitud y llevando más líquido. La idea era ver Cala Escorxada (al sur de la isla), y para ello decidimos comenzar a andar desde el aparcamiento de Cala Mitjana. En total había que andar algo menos de 5,5 Km., por lo que era factible completar la etapa en menos de dos horas. Entre Cala Mitjana y Cala Escorxada, hay, además, otras dos bonitas calas dignas de ver: Cala Trebalúger y Cala Fustam.
Pero hay que tener en cuenta que el día anterior aún estaba muy presente, y en mi caso, la insolación que había sufrido aún tenía efectos desagradables, como dolor de cabeza. Por eso, cuando aún no habíamos completado la etapa, estando ya casi a punto de llegar, tuvimos que parar: mi cuerpo no daba para más (lo digo en serio, no es buena idea juntar mi diabetes con los efectos de una insolación reciente y una caminata, de nuevo, a pleno sol... tuve un pequeño gran susto aquella mañana), y nos quedamos a escasos 300 metros de Cala Escorxada, en la pequeña y bonita Cala Fustam.
En Cala Fustam estuvimos unas cuantas horas, y, además de bañarnos en sus cristalinas aguas, también pude descansar del sol en una cueva natural (menos mal, recibir más sol hubiera sido fatal...).
Después, ya por la tarde continuamos hasta Cala Escorxada, donde pasamos unas horas antes de volver sobre nuestros pasos hasta Cala Mitjana.
De esta excursión os dejo las siguientes imágenes:
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Panorámica de Cala Mitjana |
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Maida en Cala Mitjana |
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Caminando por la costa |
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Cala Mitjana desde el mirador |
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El fotógrafo en una de las pocas fotos en las que aparece en este viaje |
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Cala Trebalúger |
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Cala Trebalúger |
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Tramo sin vegetación entre Cala Trebalúger y Cala Fustam |
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Cala Fustam |
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Cala Fustam |
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Cueva en Cala Fustam |
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Cueva en Cala Fustam |
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Cueva en Cala Fustam |
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Cueva en Cala Fustam |
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Yo en la cueva de Cala Fustam |
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Cala Escorxada |
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Gaviota en Cala Escorxada |
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Cala Fustam |
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Cala Trebalúger |
Otras calas y playas visitadas:
Fuera de las excursiones, también vimos otras playas y calas, para las que llegar era mucho más sencillo.
En primer lugar, justo a los pies del hotel donde nos alojamos, está Cala en Blanes:
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Vistas de Cala en Blanes desde nuestra habitación |
Muy cerca de allí, también está Cala en Brut:
Y, por último, también estuvimos en Cala Galdana:
Y, hasta aquí, el repaso por las distintas calas y playas que vimos en Menorca. Nos quedaron muchas e importantes, pero no había tiempo, y algunas simplemente no las visitamos porque era muy previsible que estuvieran tan atestadas de gente que no las hubiéramos podido disfrutar... En cualquier caso, Menorca tiene tantas y tan bonitas playas, que en unos pocos días es imposible verlas todas.
¡Gracias por leer hasta aquí!