Tras el concurso fotográfico, aun nos quedamos en las Cíes un día y medio más... Nos hubiera gustado tomar alguna fotografía nocturna más, pero la segunda noche vino nublada y fue imposible... No obstante, pudimos disfrutar de las Cíes y sus playas (sus aguas son de las más frías que haya probado nunca, y me he bañado en el charco de la "Esmeralda", en la Laguna de Gredos).
Durante el primer día, fuimos a la playa de Nosa Señora, que se ha convertido en una de mis playas favoritas:
Después, y tras una estupenda comida volvimos sobre nuestros pasos, y, atravesamos el Dique hacia la isla de Monteagudo. En el dique pude tomar esta preciosa foto (con el móvil)
Y desde ahí, fuimos a otra preciosa playa, la de Figueiras:
De vuelta al campamento, pude tomar esta foto (también con el móvil) de la Playa de Rodas, justo cuando atracaba un ferry:
Y después, al anochecer, subimos al Alto del Príncipe para ver si teníamos suerte y podíamos fotografiar la puesta de Sol... No la hubo, y el Sol fue ocultado todo el tiempo por densas nubes. No obstante, tomé esta bella imagen de la isla del Faro emergiendo entre las nubes:
Ya al día siguiente, decidimos hacer una excursión al Faro de Cíes. Es una larga subida, que, con el calor que hacía, resulta un poco cansada. Pero se obtienen vistas espectaculares:
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Autofoto en la Playa de Nosa Señora |
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Panorámica en la que tenemos el Faro da Porta y la Illa de San Martiño |
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Los tres fotógrafos y Raúl, que vino esa mañana |
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Jugando con la esfera de cristal de Euge... |
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Una gaviota, el habitante más numeroso de las Cíes |
Tras la caminata, volvimos a la Praia de Nosa Señora, y nos refrescamos antes de ir a comer.
Y, después, tocó volver a Vigo y, aprovechando que el 25 de julio era festivo en Galicia, cenamos con el resto de amigos que estaban allí:
La noche se alargó y terminamos en un karaoke dándolo todo a las tantas de la mañana. Me salió mi vena más bailonga... El vídeo sólo dura 6 segundos, pero me he reído mucho más de ese tiempo cada vez que lo he visualizado:
Y así acabó este fin de semana largo por tierras gallegas. Al día siguiente, vuelta a Madrid, y, tras un breve descanso, rumbo a Calpe... Pero esa será otra historia para otra entrada en el blog.